griego

El mundo griego

El mundo griego

Homilía pronunciada el 1º de octubre de 2007 en Segni (Italia)

En estos últimos días, después de viajar a Grecia, sobre todo cuando regresaba en el barco, pude constatar que nosotros no sabemos mucho de la cultura griega. Así que después de pensarlo, de rezarlo y hacer la consulta al Consejo General se ha decidido fundar en Atenas. Dios mediante tendremos casa en Atenas: alquilada, prestada… como Dios diga.

Podrán ir allá los alumnos de la Licenciatura de Biblia para estudiar griego y hebreo. Posiblemente podrán ir seminaristas, no a estudiar griego sino a conocer Grecia y también, durante las vacaciones, todos los que puedan, los que quieran, incluso los sacerdotes.

         El mundo griego está muy relacionado con el nuestro, es la base de nuestra cultura.

1. Geografía

Como saben Grecia es archipiélago, tiene más de 9.500 islas, playas muy hermosas y unos 15.000 km. de costa. Su límite terrestre son unos 1.000 km., al Norte, donde confina con  Albania, Macedonia, Bulgaria y Turquía.

2. Historia 

         Los distintos períodos son:

a. Prehistoria

En el III milenio a.C. encontramos la cultura de Creta o minoica y la Heládica. Comienzan las invasiones de tribus del norte: los aqueos, los jonios y los eolios.

 b. Grecia Antigua

Entre el 1500-1200 a.C. el continente absorbe la civilización cretense. En el 1200 a.C. empieza la guerra de Troya, descrita por Homero en la Ilíada.

Después del 1200 a.C. las costas de Asia Menor se convierten en parte política y cultural de Grecia. Se crean confederaciones: la Eólica,  la Jónica y la Dórica.

En el período entre el 750-550 a.C. se fundan colonias, entre ellas, Massilia (Marsella), Sicilia y la parte meridional de la península Itálica (Magna Graecia).

 c. Período helénico

Los jefes de las tribus invasoras se proclaman monarcas. Entre el 800 y el 650 a.C. las monarquías son sustituidas por oligarquías. Cerca del año 650 a.C. surgen las tiranías. Se destacan Periandro de Corinto, Gelón de Siracusa y Polícrates de Samos.

Comienza la filosofía griega con Tales de Mileto, Anaximandro y Anaxímenes. Hay unidad cultural, lingüística y religiosa.

En el 621 a.C. el político Dracón codifica la ley ateniense. En 594 a.C. el político y legislador ateniense Solón reforma el código draconiano.

 d. Las Guerras Médicas

         Son las guerras que mantuvieron las ciudades de Grecia contra Persia.

La primera expedición (493-492 a.C.), dirigida por el rey Darío I, el Grande, fracasa porque la mayoría de las naves son hundidas en el cabo de Athos.

En la segunda expedición (490 a.C) el ejército persa es increíblemente derrotado en Maratón por los atenienses, bajo el mando de Milcíades el Joven.

La tercera y última expedición (481 a.C.) es guiada por Jerjes I. Después de la batalla de las Termópilas (480 a.C.), donde se destaca el rey espartano Leónidas I, y la contienda naval de Salamina, donde sobresale el político y general ateniense Temístocles, los persas son vencidos en el 479 a.C. en Platea.

 e. Hegemonía de Atenas

El s. V a. C. es el período de hegemonía de Atenas, conocido como “Edad de Oro de Atenas”. Bajo el mando de Pericles alcanza su máximo esplendor. Se construyen el Partenón, el Erecteion y otros grandes edificios.

 f. Guerra del Peloponeso

Entre el 431 a.C. y 404 a.C. se produce el enfrentamiento entre Atenas y Esparta, que concluye con el establecimiento de la hegemonía espartana sobre Grecia.

En el 371 a.C., tras la batalla de Leuctra, la hegemonía es de Tebas.

 g. Supremacía de Macedonia

En el 338 a.C. Filipo II, rey de Macedonia, es nombrado comandante en jefe de las fuerzas griegas. En el 336 a.C. lo sucede su hijo, Alejandro III el Magno, de veinte años.

En el 334 a.C. Alejandro invade Persia. Durante los siguientes diez años sus conquistas propagan la influencia, cultura y lengua griegas por el imperio de Macedonia, que se extiende hasta el norte de India y hasta Egipto.

 h. Periodo helenístico

En el 323 a.C., cuando muere Alejandro, la cultura griega se había extendido por la mayor parte del antiguo mundo. Sus generales se reparten su vasto imperio. Este período estuvo marcado por el triunfo de Grecia como fuente de cultura y su estilo de vida se adoptó en todo el mundo antiguo.

 i. Dominación romana

En el 146 a.C. Grecia fue anexionada en su totalidad por Roma. Atenas sigue siendo foco intelectual, especialmente de la filosofía.

En los años 267-268 los pueblos germánicos invadieron la península.

Desde el 395, tras la división del Imperio, Grecia pertenece al Imperio de Oriente.

Desde el siglo VI hasta el VIII se suceden invasiones de visigodos, ostrogodos, hunos, eslavos y ávaros.

 i. Ducado de Atenas

En 1204 Constantinopla (Estambul) cae en manos de los cruzados. Atenas comienza a ser un ducado. Durante los siguientes dos siglos es controlada sucesivamente por franceses, españoles e italianos.

3. Influencia

         En la lengua española, aproximadamente, el 20% de las palabras son de origen griego. Además todos nosotros como católicos estamos empleando constantemente vocabulario griego: hipóstasis, eucaristía, latría, martirio, etc.

         Los libros del NT, salvo Mateo, fueron escritos en griego koiné, que se hablaba mayoritariamente –más que el latín–, desde el 300 a.C. hasta el 500 d.C. Era la lengua más hablada en el Mediterráneo, por eso Nuestro Señor, Dios, elige revelarse en lengua griega, que además es una lengua riquísima en matices y conceptos, perfectamente bien adaptada para la synkatabasis –palabra griega–.

Y si consideramos los aportes de los griegos, podemos recordar que:

 – La primera obra sobre el tema de literatura es la poética de Aristóteles. Además encontramos a dramaturgos como: Esquilo, Sófocles, Eurípides, Aritófanes, Menandro.

Otro grande es Homero. Otros autores: Hesíodo, Solón, Alceo, Safo, Anacreonte, Alkman, Píndaro.

 – En arte y arquitectura encontramos grandes arquitectos como Calícrates; pintores como Apeles; escultores como Alkámenes, Fidias, Lisipo, Scopas (o Escopas), Mirón, Praxiteles.

Además, obras de arte con una representación naturalista de la figura humana, como vemos en la Venus de Milo (actualmente en el Louvre), en la Victoria de Samotracia (actualmente en el Louvre), el Sátiro dormido (actualmente en el Palazzo Barberini), el Laocoonte (actualmente en los Museos Vaticanos).

También esa gran maravilla del mundo: el Partenón.

– En historia: Heródoto, Tucídedes, Jenofonte.

– En oratoria, oradores como Demóstenes, con una retórica perfecta. Luego hemos tenido grandes oradores romanos, perfeccionadores de la retórica griega, pero poco tuvieron que hacer.

– En ciencia, grandes médicos, como Hipócrates. Hoy en día los médicos están obligados a hacer el juramento hipocrático.

– En geografía: Pausanias.

– En matemáticas: Pitágoras.

– Los griegos también influyeron en las ciencias, en la Moral, en la Política (po,lij es una palabra griega).

Por eso tenemos que buscar conocer mejor todo esto, así como la importancia de la Mitología, de los Juegos Olímpicos, y sobre todo de los filósofos griegos, con los cuales nosotros estamos muy relacionados, sobre todo con Sócrates, Platón y Aristóteles. Los Santos Padres también estuvieron muy relacionados con Plotino.

         Además todo este vasto conocimiento incluso tuvo un desarrollo en lo que ahora es Italia: la Magna Grecia. Muchos de los grandes filósofos fueron de allí, como Parménides.

Si hablamos de las lenguas: Cirilo y Metodio eran griegos. El Evangelio en la lengua eslava, en alfabeto cirílico, es prácticamente obra de ellos. Nuestro alfabeto, el abecedario tiene su origen en los griegos.

Todo esto sin tratar la importancia que tuvo Grecia para la difusión del cristianismo en el mundo, al darnos una lengua -que era la lengua franca del momento- se pudo predicar en todo el imperio el Evangelio. Del mismo modo como las vías romanas sirvieron para que pudiesen trasladarse los misioneros.

         De hecho recorriendo Grecia, fue por dónde por primera vez el cristianismo entró en Europa. San Pablo llegó a Neápolis (actual Kavala), luego fue a Filipos, Tesalónica, Berea, Anfípolis, etc., Atenas y de ahí a Corinto, donde estuvo un año y medio. Después regresó a Jerusalén.

         En Grecia, en Patras, tercera ciudad griega murió mártir San Andrés, que es reconocido como patrono de toda la Iglesia Oriental.

         También en Grecia, en la isla de Patmos recibió San Juan Evangelista la revelación del Apocalipsis.

Aquí es justo recordar a ese gran conocedor de los griegos, que introdujo nada más y nada menos que al mismo Aristóteles en la Edad Media: Santo Tomás de Aquino.

         Acerca del legado griego escribía un especialista [1] : “Los griegos y la cultura griega disfrutaron de un prestigio sin precedentes en toda esta vasta región. El arte y la literatura florecieron, y los sabios griegos hicieron descubrimientos y formularon teorías que permanecieron en el núcleo de la ciencia occidental e islámica hasta la revolución científica del siglo XVIII. Pocas épocas han dejado un legado tan rico”.

“Los estudiantes venían de todo el mundo griego a Atenas, tanto a las viejas escuelas filosóficas fundadas por Platón y Aristóteles, como a las nuevas escuelas”.

Y dos principios tenían en sus avances políticos, en sus conquistas: “En primer lugar, el reino y su población pertenecían al rey por derecho de conquista; y en segundo lugar, los asuntos del rey tenían prioridad sobre cualquier otra consideración. Estos dos principios eran comunes a todos los reinos macedónicos”.

         Y sobre los logros culturales: “Alejandría fue la primera y la más famosa de las ciudades que fundó Alejandro. También era su sepulcro. Los primeros tres reyes Tolomeos transformaron la ciudad en la vanguardia del mundo helenístico. Una liberal política de inmigración propició una población multiétnica que amalgamaba macedonios, griegos, egipcios y judíos, cuya inquieta comunidad ocupaba un quinto de la superficie de la ciudad. Quizá el símbolo más claro del dinamismo y la originalidad de la Alejandría helenística era su monumento más emblemático, el Faro. Construido por el arquitecto Sostrato de Cnido para Tolomeo II, este faro puede ser considerado como el primer rascacielos. Era una torre poligonal, de más de trescientos pies de altura (100 mts), coronada por una estatua de Zeus Sóter (‘Salvador’), cuya luz, reflectada hacia el mar mediante grandes espejos, guiaba a los barcos hasta Alejandría. Se consideró al faro alejandrino como una de las siete maravillas del mundo.

Los Tolomeos hicieron de Alejandría el centro cultural del mundo griego. Al igual que Alejandro Magno, que había llevado en su viaje a artistas e intelectuales, Tolomeo I y sus inmediatos sucesores animaron a los estudiosos y científicos griegos más destacados a emigrar a Egipto. Con la enorme riqueza de Egipto a su disposición, los Tolomeos podían permitirse conceder subsidios a los intelectuales y promover el arte y la ciencia mediante la creación de nuevas instituciones culturales. Su principal fundación cultural fue el centro de investigación conocido como el “Museo” por estar dedicado a las nueve musas, deidades patronas de las artes. Allí los intelectuales más distinguidos, sufragados por pensiones estatales, podían dedicarse a sus estudios en un entorno agradable, que incluía habitaciones, comedores y jardines. Para ayudar a los estudiosos del Museo, Tolomeo I fundó una biblioteca en la que pretendió guardar copias de todos los libros escritos en griego. Se dice que los fondos de la Biblioteca de Alejandría llegaron a albergar centenares de miles de papiros.

La pasión de los Tolomeos por enriquecer la colección de su biblioteca era legendaria. Según una tradición, Tolomeo II ordenó la edición de los Septuaginta, la traducción griega del Antiguo Testamento judío. Al parecer, Tolomeo III robó la copia oficial ateniense de las obras de los tres grandes trágicos, Esquilo, Sófocles y Eurípides. Incluso se cotejaban los libros de los visitantes recién llegados a Egipto y se requisaban si no tenían copia en la biblioteca. Además de esta ambiciosa política de adquisiciones, la biblioteca ofrecía recursos sin precedentes para la investigación científica en cualquier disciplina intelectual. Se esperaba de los estudiosos que se ganaran el sueldo apoyando al régimen. Los médicos y los escritores que recibían estipendio del gobierno trabajaban como doctores y tutores para los miembros de la familia real. También era común entre los estudiosos fijos que celebraran las victorias de la monarquía. El crítico y poeta Calímaco escribió un monumental catálogo en 120 libros de la biblioteca que puso los cimientos de la historia de la literatura griega mientras escribía elegantes poemas en honor de varios miembros de la familia real. Igualmente, el poeta Teócrito no sólo inventó el género de la poesía pastoral que tanto influyó en numerosos escritores del renacimiento europeo, sino que alabó extravagantemente los éxitos de Tolomeo II en sus poemas.

Algunos de los logros más importantes de los intelectuales helenísticos tuvieron lugar en el campo de la crítica literaria y la ciencia aplicada. Sus obras no encontraron paralelo durante el resto de la edad antigua. Calímaco de Cirene, con otros críticos como Zenodoto de Éfeso y Aristarco de Samotracia, fundaron el estudio crítico de la lengua y la literatura griegas y prepararon las ediciones modélicas de Homero y de los otros poetas. Estos textos son los antecesores de los que aún hoy usamos. El matemático Euclides recopiló el resultado de tres siglos de matemáticas griegas en sus Elementos de geometría, que se han utilizado para enseñar geometría plana hasta principios del siglo XX. El geógrafo Eratóstenes estableció los principios de la cartografía científica y realizó una estimación muy aproximada de la circunferencia de la Tierra basándose en pruebas recogidas por exploradores helenísticos. El físico Ctesibios fue un pionero en el estudio de la balística y en el uso de aire comprimido como fuente de energía, mientras que otros científicos experimentaban con el vapor para mover máquinas sencillas.

La medicina también logró interesantes avances. Los médicos Herófilo de Calcedonia y Erasístrato hicieron descubrimientos fundamentales sobre la anatomía y las funciones de los sistemas nerviosos, óptico, reproductivo y digestivo, diseccionando cadáveres e incluso dedicándose a la vivisección de criminales que el gobierno les proporcionaba para el progreso de la ciencia. El juramento hipocrático, que los médicos hacen aún al obtener su título, fue popularizado durante el periodo helenístico. En el juramento, los médicos prometen respetar a los otros médicos que les han enseñado su arte y traspasárselo sólo a los hijos de sus maestros y a estudiantes privados. Juran abstenerse de usar su oficio para hacer daño a nadie, abstenerse de practicar el aborto o la eutanasia, y guardar confidencialidad sobre lo que les dicen sus pacientes. No obstante, en la antigüedad los médicos no se graduaban y existían muchas doctrinas médicas y deontológicas en conflicto”.

         En cuanto a la pervivencia del legado de Alejandro Magno: “La desaparición de los reinos de los sucesores de Alejandro no marcó, sin embargo, el fin del legado de Alejandro, que encontró un protector inesperado en Roma.

Los romanos no eran extraños a la cultura griega. La influencia griega en Roma data de los más tempranos días de la historia de la ciudad. Ya se había convertido en parte integral de la cultura romana cuando Roma intervino en los asuntos del Oriente helenístico. Para la época en que desaparecieron los últimos reinos macedónicos en Egipto y Asia a finales del siglo I a.C., adquirir una cultura griega era una tradición en la aristocracia romana. El poeta romano Horacio reconoció el hecho cuando escribió: “Grecia cautiva, cautivó a su fiero conquistador, y trajo las artes al rústico Lacio”. Como sus predecesores macedonios los romanos hicieron del apoyo a los griegos y la promoción de la cultura griega la clave de su dominio en Egipto y en las otras provincias orientales de su imperio. Al mismo tiempo los romanos fomentaron la expansión de su propia cultura, muy influenciada por la griega, en el norte de África y en sus provincias europeas.

El resultado fue un renacimiento de la cultura griega en los primeros siglos de la era cristiana. La ciencia y la filosofía florecieron. Las obras de Galeno y Claudio Tolomeo siguieron siendo fundamentales en la medicina y en las matemáticas durante más de un milenio. El filósofo romano Plotino creó el último gran sistema filosófico de la antigüedad, un misticismo filosófico basado libremente en Platón que influyó tanto al cristianismo como al islam. El mecenazgo romano aumentó el valor de la educación y la cultura griegas, mientras que simultáneamente socavaba las antiguas culturas de Egipto y Oriente Próximo. El proceso conllevó a menudo tensiones y conflictos. Algunos pueblos, como los judíos, resistieron la asimilación violentamente, mientras que otros encontraron en la nueva iglesia cristiana oportunidades para satisfacer sus aspiraciones culturales. No obstante, al final de la edad antigua la vida intelectual de Egipto y Oriente Próximo estaba dominada por una forma cosmopolita de cultura griega. Esta cultura se basaba en el canon de la literatura griega que definieron los críticos de la Alejandría helenísticas y de otras ciudades de los reinos macedónicos de Egipto y Asia. De este modo, el legado de Alejandro sobrevivió para influir en las civilizaciones medievales lideradas tanto por el Imperio bizantino como por el islam, y a través de ellas, en las culturas del occidente europeo y América”.

* * *

         Para concluir, reconozcamos nuestras raíces, profundicemos en ellas, porque ellas nos van a dar fuerza, sabiduría y coraje para ser capaces de proyectar a Jesucristo.

Pedimos esta gracia por intercesión de tres apóstoles grandes que estuvieron en Grecia: San Pablo, San Andrés y San Juan y a la Santísima Virgen María, Madre de todos ellos.


[1] Cfr. Stanley Burstein, “El legado de Alejandro III el Magno”,  Microsoft Encarta 2007.