Estamos reunidos para rezar a Dios nuestro Señor, teniendo como base el Bautismo común, la fe en la Santísima Trinidad y en Nuestro Señor Jesucristo. Justamente es la fe en la promesa-profecía del Señor: habrá un solo rebaño y un solo pastor (Jn 10, 16) lo que alimenta nuestra tarea ecuménica, al igual que la oración del Señor: que todos sean uno, como tú, Padre, estás en mí y yo en ti (Jn 17, 21). Seguir leyendo
Somos Cristo por el Bautismo, y en esto se fundamenta toda vocación, sobre todo la vocación laical, pero es nuestra tarea serlo en plenitud, muriendo y viviendo, como dice San Pablo: haced de cuenta que estáis muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús (Rom 6,11), y como dice San Pedro: Llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que, muertos al pecado, viviéramos para la justicia… (1Pe 2,24). «Sólo captando la misteriosa riqueza que Dios dona al cristiano en el santo Bautismo, es posible delinear la figura del fiel laico» Seguir leyendo
Fue en 1958. Era la primera subida. Era el primer pernocte en la montaña teniendo por techo las estrellas y la mochila por almohada. Era la primera vez que conocía un mallín. Nunca antes había dormido junto a un fuego crepitante. Nunca antes había dormido escuchando los gemidos del viento entre los ñires. El gárrulo del agua montañosa por vez primera arrulló mi sueño. Seguir leyendo