Ha querido la Providencia Divina que en este día de la Solemnidad de la Encarnación tenga lugar la imposición de sotanas.
¡Es una ocasión providencial!
Sabemos que Pedro es el Vicario, el que hace las veces de Cristo, de quien profetizó Isaías: Pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; abrirá, y nadie cerrará, cerrará, y nadie abrirá. Le hincaré como clavija en lugar seguro, y será trono de gloria para la casa de su padre (Is 22,22-23). Seguir leyendo
Nos queremos referir a un aspecto muy importante del sacerdocio católico de rito romano: «El hecho de que se compromete a vivir como célibe».
El siglo pasado conoció un documento de la Cátedra Romana que debe ser considerado como la carta magna del celibato sacerdotal,[1] documento que hay que volver a leer y releer Seguir leyendo
Una de las expresiones más hermosas referidas al sacerdocio católico es la de: ¡pecador! Como lo enseñó San Pablo, refiriéndose a todos los cristianos: Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó precisamente cuando estábamos muertos a causa de nuestros pecados, nos hizo revivir con Cristo (Ef 2, 4-5). Seguir leyendo
Enseña San Juan de Ávila, en un sermón de primera Misa,[1] respecto al sacerdocio de ley natural, que no hubo ninguna nación que no tuviese algún género de sacerdocio, y pone dos ejemplos: el de Melquisedec[2] y el de los sacerdotes egipcios.[3]Seguir leyendo