Jesucristo

Jesucristo, “toda deuda paga”

Jesucristo, “toda deuda paga”[1].

 

  1. Redención versus pecado.

 

En Segni (Rm), en la Iglesia de los capuchinos hay un óleo pequeño,

de unos 400 años de antigüedad llamado “ Prefigurazione del Cristo”.

Es ‘Gesú Bambino di Segni dormiente sulla Croce’.

Nace y ya sabe que morirá crucificado para la Redención de los hombres,

¡Bello tema para Navidad!

6 de enero de 2013, Navidad bizantina.

Múltiples aspectos del pecado y de la Redención en la Biblia.

La Redención es, esencialmente, la destrucción del pecado.

La relación real que existe entre el pecado y la Redención, hace que cuantos aspectos hay en el pecado, tantas faces tiene la Redención[2].

  1. Si el pecado es una aversión a Dios, la Redención será una con-versión a Dios.*1Re 8,33 “Cuando tu pueblo, Israel, cayere ante sus enemigos por haber pecado contra ti, y, vueltos a ti, confiesen tu nombre y oren, y te rueguen, y te supliquen en esta casa”. Jue 10,10 “Clamaron a Yahvé los hijos de Israel, diciendo: “Hemos pecado contra ti, porque hemos dejado a nuestro Dios y hemos servido a los falsos dioses.” Jn 15,24 “Si no hubiera hecho entre ellos obras que ninguno otro hizo, no tendrían pecado; pero ahora no sólo han visto, sino que me aborrecieron a mí y a mi Padre”. +Is 59,20 “…vendrá como redentor, para los convertidos del pecado…”; Lc 1,68 “Dios…ha visitado y redimido a su pueblo”.
  1. Si el pecado es un amor desordenado a las creaturas, la Redención nos enseñará a amarlas ordenadamente. Jr 2,12-13 “Pasmaos, cielos, de esto y horrorizaos, estupefactos, sobremanera, oráculo de Yahvé. Pues un doble mal ha cometido mi pueblo: dejarme a mí, la fuente de aguas vivas, para excavarse cisternas agrietadas, incapaces de retener el agua”[3]. Ro 1,20-25 “Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad, de forma que son inexcusables; porque, habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, antes bien se ofuscaron en sus razonamientos y su insensato corazón se entenebreció: jactándose de sabios se volvieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una representación en forma de hombres corruptibles, de aves, de cuadrúpedos, de reptiles.

Por eso Dios los entregó a las apetencias de su corazón hasta una impureza tal que deshonraron entre sí sus cuerpos; a ellos que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en vez del Creador, que es bendito por los siglos. Amén.”. Gen 1,4.10.12.18.21.25.31 “Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno”.

  1. Si el pecado es una caída, la Redención será una redificación. Mt 21,42 “Jesús les dice: ¿No habéis leído nunca en la Escritura: «La piedra que rechazaron los constructores es ahora la piedra angular. Es el Señor quién lo ha hecho, ha sido un milagro patente?”; He 15,16 “Levantaré de nuevo la choza caída de David; levantaré sus ruinas y la pondré en pie…”; Ro 6,6 “pues sabemos que nuestro hombre viejo ha sido crucificado con Él, para que fuera destruido el cuerpo del pecado y ya no sirvamos al pecado”; Ef 4,12 “para la edificación del cuerpo de Cristo”.
  1. Si el pecado es pérdida de la gracia, la Redención será poder recuperar la gracia santificante y acrecentarla junto con la fe, la esperanza, la caridad, los dones del Espíritu, las virtudes morales infusas y todas las virtudes. Ro 5,21 “para que, como reinó el pecado por la muerte, así también reine la gracia por la justicia para la vida eterna, por Jesucristo nuestro Señor”. Ro 5,20 “Se introdujo la Ley para que abundase el pecado; pero donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia”.
  1. Si “cada pecado tiene su castigo propio” (San Gregorio Magno), la Redención será sumo perdón. *Gen 31,36 Jacob montó en cólera y reprochó a Labán, diciéndole: “¿Qué crimen es el mío? ¿Cuál es mi pecado para que así me persigas? Ex 34,7 que mantiene su gracia por mil generaciones, y perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, pero no los deja impunes, y castiga la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación.” 1Re 8,34 óyelos tú en los cielos, y perdona el pecado de tu pueblo, Israel, y restitúyelos a la tierra que diste a sus padres. Ex 32,30 Al día siguiente dijo Moisés al pueblo: “Habéis cometido un gran pecado. Yo ahora voy a subir a Yahvé, a ver si os alcanzo el perdón.”
  1. Si el pecado es una debilidad, la Redención será fuerza y remedio. *Mt 26,41 “Velad y orad para no caer en la tentación; el espíritu está pronto, pero la carne es débil”. Ecle 10,10 “la sabiduría da el remedio”; 2Co 12,9 “Él me dijo: “Te basta mi gracia, que en la flaqueza llega al colmo el poder.” Muy gustosamente, pues, continuaré gloriando me en mis debilidades para que habite en mí la fuerza de Cristo”.
  1. Si el pecado es una falta, la Redención será una expiación. Eclo 9,19 “no cometas falta alguna”; Lc 1,77 “para dar la ciencia de la salud a su pueblo, para remisión de sus pecados”; Gal 6,1  “Hermanos, si alguno fuere hallado en falta, vosotros, los espirituales, corregidle con espíritu de mansedumbre, cuidando de ti mismo, no seas también tentado”; He 2,17  “Por esto hubo [Jesucristo] de asemejarse en todo a sus hermanos, a fin de hacerse Pontífice misericordioso y fiel, en las cosas que tocan a Dios, para expiar los pecados del pueblo”.
  1. Si el pecado es demérito, la Redención será mérito sobreabundante, que nos abre las puertas del Cielo. Heb 10,11 “Teniendo, pues, hermanos, en virtud de la sangre de Jesús, firme confianza de entrar en el santuario [del Cielo]”. Lo que incluye absolutamente todas las gracias: las dispositivas para la justificación; la misma justificación; todas las gracias habituales y actuales; la perseverancia final y la vida eterna.
  1. Si el pecado es una esclavitud, la Redención será una liberación y señorío. *Jn 8:34 “Jesús les contestó: En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es siervo del pecado”; Ro 7,14 “Porque sabemos que la Ley es espiritual, pero yo soy carnal, vendido por esclavo al pecado”; 2Pe 2,19 “prometiéndoles libertad, cuando ellos son esclavos de la corrupción, puesto que cada cual es esclavo de quien triunfó de él”.

+ Ro 6,14 “Porque el pecado no tendrá ya dominio sobre vosotros, pues que no estáis bajo la Ley, sino bajo la gracia”.

  1. Si el pecado es caer bajo el poder del diablo, la Redención es la libertad de la gloria de los hijos de Dios (Cfr. Ro 8,21). *Ro 6,16 “¿No sabéis que ofreciéndoos a uno para obedecerle os hacéis esclavos de aquel a quien os sujetáis, sea del pecado para la muerte, sea de la obediencia para la justicia?”. 1Jn 3,8 “el que comete pecado, ése es del diablo, porque el diablo desde el principio peca. Y para esto apareció el Hijo de Dios, para destruir las obras del diablo”. Ro 6,22 “Pero ahora, libres del pecado y hechos esclavos de Dios, tenéis por fruto la santificación y por fin la vida eterna”. 2Co 3,17 “El Señor es espíritu, y donde está el espíritu del Señor, está la libertad”.
  1. Si el pecado es una ofensa, la Redención será una satisfacción sobreabundante. Gen 4,7 “¿No es verdad que, si obraras bien, andarías erguido, mientras que, si no obras bien, estará el pecado a la puerta? Y siente apego a ti, y tú debes dominarle.”
  1. Si el pecado es una transgresión, la Redención será una reconciliación. *1Re 8,50 “Perdona, pues, a tu pueblo, que ha pecado contra ti, todas las infracciones con que contra ti se rebelaron, y haz que hagan con ellos misericordia los que los hubieran llevado cautivos”. Sal 51,5 “Pues reconozco mi transgresión, y mi pecado está siempre delante de mí”. 1Jn 3,4 “El que comete pecado traspasa la Ley, porque el pecado es transgresión de la Ley”.
  1. Si el pecado es vil, la Redención es nobleza. *Sal 101,3 “No pondré ante mis ojos cosa vil; aborrezco el proceder de los apóstatas, no se me pegará”. +Sb 8,3 “Se manifiesta su excelsa nobleza por su convivencia con Dios, y el Señor de todas las cosas la ama”.
  1. Si el pecado es tristeza, la Redención es alegría. Gen 18:20 Y prosiguió Yahvé: “El clamor de Sodoma y Gomorra ha crecido mucho, y su pecado se ha agravado en extremo”. +Lc 15,7 “Habrá más alegría en el cielo por un pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse”.
  1. Si el pecado es incomunicación, la Redención es diálogo con Dios y con todos los hombres: católicos, cristianos, no cristianos, de buena voluntad, ateos… +Jn 17,11 “Que sean uno”; Jn 10,16 “Habrá un solo rebaño y un solo pastor”.
  1. Si el pecado es una muerte, la Redención será vida sobreabundante y eterna (Cfr. Jn 10,10). Ro 8,2 “porque la ley del espíritu de vida en Cristo Jesús me libró de la ley del pecado y de la muerte”; Ef 2,5 “y estando nosotros muertos por nuestros pecados, nos dio vida con Cristo -de gracia habéis sido salvados-”.
  1. Si el pecado es fealdad, la Redención será la belleza y luz. Lev 22:16 “y se carguen la fealdad del delito cuando coman las cosas santas”.
  1. Si el pecado es desobediencia, la Redención es suma docilidad. Lam 3,42 “Hemos pecado, hemos sido rebeldes…”; Ef 4,30 “Guardaos de entristecer al Espíritu Santo de Dios, en el cual habéis sido sellados para el día de la redención”.
  1. Si el pecado exige castigo, la Redención es sacrificio expiatorio del que participamos al comer la Victima inmolada. *Ex 29,14 La carne del novillo, la piel y los excrementos los quemarás fuera del campamento. Este es el sacrificio por el pecado.” +Heb 9,26 “de otra manera sería preciso que padeciera muchas veces desde la creación del mundo. Pero ahora una sola vez en la plenitud de los siglos se manifestó para destruir el pecado por el sacrificio de sí mismo”. 1Co 10,18 “Mirad al Israel carnal. ¿No participan del altar los que comen de las víctimas?”.
  1. Si el pecado es un obstáculo, la Redención será un quitar. +Is 6,7 “tu culpa ha sido quitada, y borrado tu pecado”. Jn 1,29 “Al día siguiente vio venir a Jesús y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”.
  1. Si el pecado es una mancha, la Redención será una limpieza. +Sal 51,4 “Lávame enteramente de mi iniquidad y límpiame de mi pecado”.
  1. Si el pecado es una deuda, la Redención es un pago, que “toda deuda paga” (San Juan de la Cruz). Mt 6,12  “y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”; Mt 20,28  “así como el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en redención de muchos”; Ro 3,23-25  “pues todos pecaron y todos están privados de la gloria de Dios, y ahora son justificados gratuitamente por su gracia, en virtud de la redención operada por Cristo Jesús, a quien Dios preordenó instrumento de propiciación, mediante la fe, en su sangre, para manifestación de su justicia”;  1 Co 1,30 “Por Él sois en Cristo Jesús, que ha venido a seros, de parte de Dios, sabiduría, justicia y santificación, y redención”.
  1. Si el pecado es una iniquidad, una injusticia, la Redención será una justicia. *Ez 3,20 “Y si se apartare el justo de su justicia, cometiendo maldad, y pusiere yo una trampa delante de él, él morirá. Por no haberle tú amonestado, morirá en su pecado, y no se recordarán las obras buenas que hubiere hecho, pero yo te demandaré a ti su sangre”.
  1. Si el pecado es una maldad, la Redención será una bondad. 1Sa 2,12 “¡Mira, padre mio, mira! En mi mano tengo la orla de tu manto. Yo la he cortado con mi mano; y cuando no te he matado, reconoce y comprende que no hay en mí ni maldad ni rebeldía y que no he pecado contra ti. Tú, por el contrario, andas a la caza de mi vida para quitármela”.
  1. Si el pecado es aburrimiento, la Redención será una fiesta. 2 Co 7,10 “la tristeza según el mundo lleva a la muerte”.
  1. Si el pecado es vacío, la Redención es plenitud. Job 5,2 “Porque al insensato le mata el enojo, y al necio la cólera”. Pr 1,21 “Los labios del justo guían a muchos; el necio muere por falta de conocimiento”. Pr 10,23 “Hacer el mal es para el necio cosa de juego”.
  1. Si el pecado es una caída, la Redención será un levantar. Lev 4,28 “al caer en la cuenta de su pecado”. Mt 26,41 “Velad y orad para no caer en la tentación”.
  2. Si el pecado es tiniebla, la Redención es luz admirable. 1Pe 2:9 Pero vosotros sois linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido para pregonar el poder del que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.
  1. Si el pecado es odio, la Redención será amor. Jn 15,25 “Me odiaron sin motivo”. +Jn 13,1  “Antes de la fiesta de la Pascua, viendo Jesús que llegaba su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos, que estaban en el mundo, al fin extremadamente los amó”; Jn 15,9  “Como el Padre me amó, Yo también os he amado; permaneced en mi amor”; Jn 15,10  “Si guardareis mis preceptos, permaneceréis en mi amor, como yo guardé los preceptos de mi Padre y permanezco en su amor”; Jn 15,13  “Nadie tiene amor mayor que éste de dar uno la vida por sus amigos”; Jn 17,26  “y Yo les di a conocer tu nombre, y se lo haré conocer para que el amor con que tú me has amado esté en ellos y Yo en ellos”.
  1. Si el pecado es egoísmo, la Redención será entrega, un darse. *Jesús, con su ejemplo, condenó el egoísmo, cfr. Jn 6,22-71; 5,19-47. +Lc 22,19 “Tomando el pan, dio gracias, lo partió y se lo dio, diciendo: Este es mi Cuerpo, que es entregado por vosotros; haced esto en memoria mía”; 1 Co 11,24 “Esto es mi Sangre, que se da por vosotros; haced esto en memoria mía”.
  1. Si el pecado es una perdición, la Redención será una salvación. Mt 7,13 “Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espaciosa la senda que lleva a la perdición, y son muchos los que por ella entran”; Mt 18,11 “El Hijo del hombre ha venido a salvar lo que estaba perdido”; cfr. Lc 19,10; 1Tim 6,9 “Los que quieren enriquecerse caen en tentaciones, en lazos y en muchas codicias locas y perniciosas, que hunden a los hombres en la perdición y en la ruina”.
  1. Si el pecado es un alejamiento, la Redención será una cercanía. * Dan 3,29 “Porque hemos pecado y cometido iniquidad, apartándonos de ti, y en todo hemos delinquido”.
  1. Si el pecado es un acto contra Dios, la Redención será una obra a favor de Dios. *Dan 9,11 “todo Israel traspasó tu Ley, alejándose para no oír tu voz. Por eso vino sobre nosotros la maldición y el juramento escrito en la Ley de Moisés, siervo de Dios, por haber pecado contra Él”.
  1. Si el pecado es flaqueza, la Redención es alimento por la Palabra de Dios y por el Cuerpo entregado y la Sangre derramada. Ro 6,19 “Hablo al modo humano, en atención a la flaqueza de vuestra carne. Pues bien, como pusisteis vuestros miembros al servicio de la impureza y de la iniquidad para la iniquidad, así ahora entregad vuestros miembros al servicio de la justicia para la santidad”. + “Tomad y comed…tomad y bebed…”.
  1. Si el pecado es una desgracia, la Redención será una felicidad. *Jr 11,17 “Y Yahvé de los ejércitos, que te plantó, ha decretado la desgracia contra ti por los crímenes de la casa de Israel y de la casa de Judá, que han cometido para irritarme, ofreciendo incienso a Baal”. + Mt 5, 1-12 Las 8 bienaventuranzas.
  1. Si el pecado es una idolatría, la Redención será una adoración plena, latréutica. Ex 32,31 “Se volvió Moisés a Yahvé y le dijo: “¡Oh, este pueblo ha cometido un gran pecado. Se han hecho un dios de oro”. +Mt 4,10 “Díjole entonces Jesús: Apártate, Satanás, porque escrito está: “Al Señor tu Dios adorarás y a Él solo darás culto”; Jn 4,23 “…pero ya llega la hora, y es ésta, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, pues tales son los adoradores que el Padre busca”.
  1. Si el pecado es una avaricia, la Redención será una gran generosidad. Lc 12,15 “Les dijo: Mirad de guardaros de toda avaricia, porque, aunque se tenga mucho, no está la vida en la hacienda”. Eclo 31,28 “Muchos serán los que alaben al espléndido anfitrión y darán testimonio de su generosidad”.
  1. Si el pecado es crueldad, la Redención es civilización y cultura. *Ne 9,10 Tú obraste prodigios y maravillas contra Faraón, contra sus siervos y contra todo el pueblo de su tierra, porque sabías con cuánta crueldad los habían tratado, y engrandeciste tu nombre como lo es hoy”; + “La Iglesia cuando evangeliza, civiliza” (San Pío X).
  1. Si el pecado es una inutilidad, la Redención será de una eficacia sobreabundante. Mt 25,30 “y a ese siervo inútil echadle a las tinieblas exteriores; allí habrá llanto y crujir de dientes”; +1Co 1,18-25 “porque la doctrina de la cruz de Cristo es necedad para los que se pierden, pero es poder de Dios para los que se salvan. Según que está escrito: “Perderé la sabiduría de los sabios y reprobaré la prudencia de los prudentes.”  ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el letrado? ¿Dónde el disputador de las cosas de este mundo? ¿No ha hecho Dios necedad la sabiduría de este mundo?  Pues por no haber conocido el mundo a Dios en la sabiduría de Dios por la humana sabiduría, plugo a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. Porque los judíos piden señales, los griegos buscan sabiduría, mientras que nosotros predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos, locura para los gentiles, más poder y sabiduría de Dios para los llamados, ya judíos, ya griegos. Porque la locura de Dios es más sabia que los hombres, y la flaqueza de Dios más poderosa que los hombres”.
  1. Si el pecado es un delito, La Redención es una justificación. Ro 5,18 lo mismo que por un solo delito llegó la condenación a todos, así también por la justicia de uno solo resultó la justificación y vida para todos. Ro 5,17 Si, pues, por el delito de uno solo, esto es, por obra de uno solo, reinó la muerte, mucho más los que reciben a raudales el don gratuito de justificación reinarán en la vida por obra de uno solo, Jesucristo.
  1. Si el pecado atenta contra la dignidad del hombre en su dimensión individual, la Redención lo sana, lo eleva, lo perfecciona, lo ennoblece, lo dignifica mucho más. Jn 1,27 “Detrás de mí viene un hombre”; Jn 19,5 “Salió, pues, Jesús fuera con la corona de espinas y el manto de púrpura, y Pilato les dijo: He aquí al hombre”. Cfr. Constitución pastoral Gaudium et spes, 1ª parte: La Iglesia y la vocación del hombre, cap. I La dignidad de la persona humana, 11-22.
  1. Si el pecado atenta contra la dignidad del hombre en su dimensión pública, la Redención hace posible que pueda vivir familiar, política, social, económica y pacíficamente en su dignidad inalienable de hijo de Dios. Constitución pastoral Gaudium et spes, 1ª parte, cap. II La comunidad humana, III La actividad humana en el mundo y IV Misión de la Iglesia en el mundo contemporáneo, 23-45; 2ª parte: Algunos problemas más urgentes, cap. I Dignidad del matrimonio y la familia, II El sano fomento del progreso cultural, III La vida económica y social, IV La vida en la comunidad política y V La promoción de la paz y el fomento de la comunidad de los pueblos, 46-93.
  2. Si el pecado es confusión, la Redención es cosmos, mundo ordenado y bellísimo. *Job 8,22 “Se cubrirán de confusión tus enemigos, y no subsistirá la tienda de los malos”; Sl 35,27 “Sean cubiertos de vergüenza y confusión los que se muestran arrogantes contra mí”.
  1. Si el pecado es separación, la Redención es unidad. *Is 59,2  “vuestras iniquidades han hecho una separación entre vosotros y vuestro Dios; vuestros pecados hacen que El oculte su rostro para no oíros”; + Ef 2,14  “Él es nuestra paz, que hizo de los dos pueblos uno, derribando el muro de separación, la enemistad,
  1. Si el pecado es caer en particularismos, la Redención es universalidad. +Abarca a todo el mundo, de todos los tiempos, de todas las culturas, de todas las tradiciones, de todas las edades, a todos los hombres y mujeres de Adán y Eva hasta el último hombre que habite el planeta: 1Jn 2,2 “Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero”.
  1. Si el pecado es desidia, la Redención es laboriosidad. Jn 5,17 “Pero Él les respondió: Mi Padre sigue obrando todavía, y por eso obro yo también”.
  1. Si el pecado es inmovilidad, la Redención es conversión, cambio. 1Pe 3,21 “Puesto que Cristo padeció en la carne, armaos también del mismo pensamiento de que quien padeció en la carne ha roto con el pecado”.
  1. Si el pecado es derrota, la Redención es triunfo. 1Pe 2,24 “Llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que, muertos al pecado, viviéramos para la justicia, y por sus heridas hemos sido curados”. + 1Co 15,55 “La muerte ha sido sorbida por la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón?”; 1Co 15,57 “Pero gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo”; 1Jn 5,4 “porque todo el engendrado de Dios vence al mundo; y ésta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe”.
  1. Si el pecado es infidelidad y defección, la Redención es fidelidad y lealtad. *Is 64,5 “He aquí que te irritaste, pues hemos pecado, por nuestra infidelidad y nuestra defección”.
  1. Si el pecado es rebelión y obstinación, la Redención es obediencia y arrepentimiento.*1Sa 15,23 Tan pecado es la rebelión como la superstición, y la resistencia como la idolatría. Pues que tú has rechazado el mandato de Yahvé, él te rechaza también a ti como rey”. Dan 9,5 “Hemos pecado, hemos obrado la iniquidad, hemos sido perversos y rebeldes, nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus juicios”.
  1. Si el pecado es subversión, la Redención es subordinación. Pr 13,6 La justicia conserva íntegro al hombre; el pecado subvierte al pecador.”
  1. Si el pecado es decadencia, la Redención es esplendor y estupor. Pr 14,34 La justicia engrandece a las naciones; el pecado es la decadencia de los pueblos.”
  1. Si el pecado es muerte, la Redención es sufragio por los fieles difuntos y resurrección. *Ro 5,12 “Así, pues, como por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”. +Ro 6,22-23 “Pero ahora, libres del pecado y hechos esclavos de Dios, tenéis por fruto la santificación y por fin la vida eterna.  Pues la soldada del pecado es la muerte; pero el don de Dios es la vida eterna en nuestro Señor Jesucristo”.
  1. Si nadie está libre de pecado, todos los hombres necesitamos la Redención. *Jn 8,7 “Como ellos insistieron en preguntarle, se incorporó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado, arrójele la piedra el primero”. Ro 3,9 “¿Qué, pues, diremos? ¿Los aventajamos? No en todo. Pues ya hemos probado que judíos y gentiles nos hallamos todos bajo el pecado”.
  1. Si María Santísima es la Inmaculada porque careció de pecado y mereció estar de pie al pie de la cruz como Corredentora, también está de pie al pie del altar donde se perpetúa el sacrificio de la cruz.

[1] San Juan de la Cruz, Obras completas, ¡Oh llama de amor viva, BAC  2005, estrofa 2, 111 y 957-963.

[2] Cfr. Ferdinand Prat, S.J., La teología de San Pablo, México 1947, 221.

[3] Nos permitimos recordar la clara doctrina del Angélico Doctor: “El mismo pecado es en la realidad aversión y conversión, difiriendo según la relación hacia los diversos términos” (Santo Tomás, In III Sent., d.42, q.2, a.1 ad 7: “Unum peccatum est secundum rem aversio et conversio, differens secundum comparationem ad diversos términos”), que son, uno el Bien inmutable, Dios; y el otro, el bien mudable, la creatura.

“El castigo es proporcionado al pecado. Mas en el pecado hay dos cosas. Una de ellas es la aversión con respecto al bien inmutable, que es infinito; y así, por esta parte, el pecado es infinito. La otra cosa que hay en el pecado es la conversión desordenada al bien transitorio” (Santo Tomas, S. Th., I-II, 87, 4, corpus: Quorum unum est aversio ab incommutabili bono, quod est infinitum, unde ex hac parte peccatum est infinitum. Aliud quod est in peccato, est inordinata conversio ad commutabile bonum. Et ex hac parte peccatum est finitum, tum quia ipsum bonum commutabile est finitum…).

“Como ya se demostró en la Segunda Parte (1-2 q.87 a.4), en todo pecado mortal hay que considerar dos cosas: aversión al bien inmutable y conversión desordenada al bien perecedero… cuando se perdona la culpa con la gracia, desaparece la aversión del alma a Dios, ya que por la gracia se une a él. (Santo Tomas, S. Th., III, 86, 4, c. y ad 1m: “sicut in secunda parte habitum est, in peccato mortali sunt duo, scilicet aversio ab incommutabili bono, et conversio ad commutabile bonum inordinata. Ex parte igitur aversionis ab incommutabili bono, consequitur peccatum mortale reatus poenae aeternae, ut qui contra aeternum bonum peccavit, in aeternum puniatur… Quando igitur per gratiam remittitur culpa, tollitur aversio animae a Deo, inquantum per gratiam anima Deo coniungitur”).

“En la culpa mortal hay aversión a Dios y conversión a los bienes creados. Pero, como ya afirmamos en la Segunda Parte (1-2 q.71 a.6), la aversión a Dios es ahí el elemento formal, mientras que la conversión a los bienes creados es el elemento material (Santo Tomás, S. Th., III, q. 86, a. 4, ad 1 “Ad primum ergo dicendum quod culpa mortalis utrumque habet, et aversionem a Deo et conversionem ad bonum creatum, sed, sicut in secunda parte habitum est, aversio a Deo est ibi sicut formale, conversio autem ad bonum creatum est ibi sicut materiale”).