Jesucristo, “toda deuda paga”[1].
A. Redención en el Misal Romano[2].
- Aversión – Conversión:
«Señor, fortalécenos con tu auxilio al empezar la Cuaresma, para que nos mantengamos en espíritu de conversión; que la austeridad penitencial de estos días nos ayude en el combate cristiano contra las fuerzas del mal»[3].
«Convertíos y creed el Evangelio»[4].
«Mira complacido, Señor, los dones que te presentamos; concédenos que sirvan para nuestra conversión y alcancen la salvación al mundo entero»[5].
«Haz que los consagrados por esta unción, libres del pecado en que nacieron, y convertidos en templo de tu divina presencia, exhalen el perfume de una vida santa»[6].
«La gracia y el amor de Jesucristo, que nos llama a la conversión, estén con todos vosotros»[7].
«Dios todopoderoso, mira con benevolencia las ofrendas de tu pueblo y concédenos, por la intercesión de los santos mártires, convertirnos en sacrificio agradable a ti, para la salvación de todo el mundo»[8].
- Amor desordenado a las creaturas – Amor ordenado:
«Porque has establecido generosamente este tiempo de gracia para renovar en santidad a tus hijos, de modo que, libres de todo afecto desordenado, vivamos las realidades temporales como primicias de las realidades eternas»[9].
«En verdad es justo y necesario aclamar con nuestras voces y con todo el afecto del corazón»[10].
«En verdad es justo y necesario que te alaben, Señor, tus criaturas del cielo y de la tierra»[11].
«Porque has querido ser, por medio de tu amado Hijo, no solo el creador del género humano, sino también el autor generoso de la nueva creación. Por eso, con razón te sirven todas las criaturas»[12].
«Santo eres en verdad, Padre, y con raz6n te alaban todas tus criaturas, ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro…»[13].
- Caída – Reedificación:
«Oh Dios, que por medio de la humillación de tu Hijo levantaste a la humanidad caída concede a tus fieles la verdadera alegría, para que quienes han sido librados de la esclavitud del pecado alcancen también la felicidad eterna»[14].
«Porque Él, con su nacimiento, restauro nuestra naturaleza caída; con su muerte, destruyó nuestro pecado»[15].
«Que la presencia de tu Hijo, ya cercano, nos renueve y nos libre de volver a caer en la antigua servidumbre del pecado»[16].
«Tú que nos edificas como piedras vivas en el templo santo de Dios: Cristo, ten piedad»[17].
«Señor, tu que edificas el templo de tu gloria con piedras vivas y elegidas, multiplica en tu Iglesia los dones del Espíritu Santo»[18].
- Perdida de la Gracia – Recuperación de la Gracia, Dones del Espíritu Santo, Fe-Esperanza-Caridad:
Fe: 280 veces
ES (solo “espíritu”): 241
Esperanza: 82 (+verbo esperar: +de 30 veces)
Caridad: 100
Dones: 212
«Este es el Sacramento de nuestra fe o bien: Este es el Misterio de la fe»[19].
«Después de recibir el pan del cielo que alimenta la fe, consolida la esperanza y fortalece el amor, te rogamos, Dios nuestro»[20].
«Dios todopoderoso, mira la fragilidad de nuestra naturaleza, y levanta a nuestra débil esperanza con la fuerza de la pasión de tu Hijo»[21].
«Al Dios de los designios de la historia, que es Padre, Hijo y Espíritu, alabanza; al que en cruz devuelve la esperanza de toda salvación, honor y gloria»[22].
«De su plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia»[23].
«Concede, Señor, a estos elegidos llegar digna y conscientemente a la confesión de tu nombre, a fin de que el poder de tu gloria les alcance la primitiva dignidad perdida por la culpa original»[24].
«Derrama sobre nuestros hermanos, cuando sean ungidos con este crisma, la abundancia de los dones del Espíritu Santo»[25].
«El Dios, Padre de los astros, que iluminó las mentes de sus discípulos derramando sobre ellas el Espíritu Santo, os alegre con sus bendiciones y os llene con los dones del Espíritu consolador»[26].
«Acepta, Señor, estas ofrenda por las que se va a renovar entre nosotros el sacrificio único de Cristo, y haz que, al participar de estos misterios, recibamos realmente los bienes que la fe nos invita a esperar»[27].
«Concede, Señor, a tu pueblo perseverancia y firmeza en la fe»[28].
«Acrecienta, Señor, la fe de los que en ti esperan y escucha las plegarias de los que a ti acuden»[29].
«Que tu bendici6n, Señor, descienda con abundancia sobre este pueblo, que ha celebrado la muerte de tu Hijo con la esperanza de su santa resurrección; venga sobre el tu perdón, concédele tu consuelo, acrecienta su fe, y consolida en ella redenci6n eterna»[30].
«Muéstrate propicio con tus hijos, Señor y multiplica sobre ellos los dones de tu gracia, para que, encendidos de fe, esperanza y caridad, perseveren fielmente en el cumplimiento de tu ley»[31].
- Remisión y sumo perdón:
«Oh Dios, que unes la mujer al varón y otorgas a esta unión, establecida desde el principio, aquella bendición que nunca fue abolida ni por la pena del pecado original, ni por el castigo del diluvio»[32].
«Dios todopoderoso y eterno, que nos purificas con el castigo y nos salvas con el perdón, responde a nuestras suplicas concediéndonos un tiempo sereno»[33].
«Señor Dios, refugio nuestro en la tribulación, apoyo en la debilidad, consuela en el llanto, perdona a tu pueblo y, una vez corregido con los castigos que merece, concédele vivir en la paz de tu misericordia»[34].
«Escucha nuestras suplicas, Señor, acepta nuestra of renda, y por la gracia de tu misericordia, libra de todo mal a los que ahora sufrimos castigo por causa de nuestros pecados»[35].
«Apiádate, Señor, de nuestras penas y, por la pasión de tu Hijo, aparta de nosotros los castigos que merecemos justamente por nuestros pecados»[36].
«Ten misericordia de tu pueblo, Señor; perdónale todos sus pecados, y aleja de nosotros los castigos que nos han merecido nuestras culpas»[37].
«Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de expiación y alabanza, para que perdones nuestros pecados y dirijas nuestros corazones inconstantes»[38].
«Oh Dios, siempre dispuesto a la misericordia y al perdón, escucha nuestras suplicas por tu siervo N.»[39].
Trece veces aparece en el Misal, en el momento central de la Santa Misa, en el corazón de las Plegarias Eucarísticas, en el momento mismo de la consagración del vino en la Sangre del Señor: «…para el perdón de los pecados»[40].
- Debilidad – Fuerza y remedio:
«…la comunión de tu Cuerpo y Sangre…me aproveche…como remedio saludable»[41].
«Concédenos, Dios todopoderoso, que la ofrenda de este sacrificio fortifique y defienda nuestra debilidad contra todos los males»[42].
«Perdona las culpas de tu pueblo, Señor, y que tu amor y tu bondad nos libren del poder del pecado, al que nos ha sometido nuestra debilidad»[43].
«Porque reconocemos como obra de tu poder admirable no solo haber socorrido nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad, sino haber provisto el remedio en la misma debilidad humana, y de la que era nuestra ruina haber hecho nuestra salvación»[44].
«Señor y Dios nuestro, que nos das constancia en la fe y fortaleza en la debilidad, concédenos, por el ejemplo y los méritos de los santos N. y N., participar en la muerte y resurrección de tu Hijo para que también gocemos contigo, en compañía de tus mártires, de la plena alegría de tu reino»[45].
«…tu grey, congregada por la palabra de vida y sostenida por la fuerza de los sacramentos, camine por las sendas de la salvación y del amor»[46].
« Derrama la fuerza de tu Espíritu, de manera que estos dones sean para nosotros: cuerpo y Sangre de tu amado Hijo Jesucristo, en quien nosotros somos hijos tuyos»[47].
«El cual, al abstenerse durante cuarenta días de tomar alimento, inaugura la práctica de nuestra penitencia cuaresmal, y al rechazar las tentaciones del enemigo nos ensena a sofocar la fuerza del pecado; de este modo, celebrando con sinceridad el misterio de esta Pascua, podremos pasar un día a la Pascua que no acaba»[48].
«Dios todopoderoso, mira la fragilidad de nuestra naturaleza, y levanta nuestra débil esperanza con la fuerza de la pasión de tu Hijo»[49].
«Con el óleo de los catecúmenos se extiende el efecto de los exorcismos, pues los bautizados reciben la fuerza para que puedan renunciar al diablo y al pecado, antes de que se acerquen y renazcan de la fuente de la vida»[50].
«La acción de este sacramento, Señor, penetre en nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que sea su fuerza, no nuestro sentimiento, quien mueva nuestra vida»[51].
«Desde el santuario Dios impone reverencia: es el Dios de Israel quien da fuerza y poder a su pueblo. ¡Dios sea bendito! (T.P. Aleluya.)»[52].
- Falta – Expiación:
«Recibe, Señor, este sacrificio de expiación y alabanza que te ofrecemos en la fiesta de tu mártir san N., para que nos alcance tu perdón y nos mantenga en continua acción de gracias»[53].
«Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de reconciliación, para que, en tu piedad, perdones nuestras faltas y guíes tú mismo nuestro corazón vacilante»[54].
«Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de expiación y alabanza, para que perdones nuestros pecados y dirijas nuestros corazones inconstantes»[55].
- Demerito – Merito Abundante (“merito” 50 veces)
«Dios todopoderoso y eterno, que con amor generoso desbordas los méritos y deseos de los que te suplican, derrama sobre nosotros tu misericordia, para que libres nuestra conciencia de toda inquietud y nos concedas aun aquello que no nos atrevemos a pedir»[56].
«En verdad es justo darte gracias y deber nuestro glorificarte, Padre santo, porque manifiestas tu gloria en la asamblea de los santos, y, al coronar sus méritos, coronas tu propia obra»[57].
«Atiende, Señor, a las suplicas de tu pueblo para que cuanto no se atreve a esperar por sus propios méritos, lo alcance por la Pasión de tu Hijo»[58].
«Que los ruegos y ofrendas de nuestra pobreza te conmuevan, Señor, y, al vernos desvalidos y sin méritos propios, acude, compasivo, en nuestra ayuda»[59].
«Señor Dios nuestro, que concedes a los justos el premio de sus méritos y a los pecadores que hacen penitenciales perdonas sus pecados, ten piedad de nosotros y danos, por la humilde confesión de nuestras culpas, tu paz y tu perdón»[60].
«Reunidos en comunión con toda la Iglesia para celebrar el día santo en que nuestro Señor Jesucristo fue entregado por nosotros, veneramos la memoria, ante todo, de la gloriosa siempre Virgen María, Madre de Jesucristo, nuestro Dios y Señor; la de […] y la de todos los santos; por sus méritos y oraciones concédenos en todo tu protección»[61].
«Señor, Dios todopoderoso, que, sin mérito alguno de nuestra parte, nos has hecho pasar de la muerte a la vida y de la tristeza al gozo, no pongas fin a tus dones, ni ceses de realizar tus maravillas en nosotros, y concede a quienes ya hemos sido justificados por la fe la fuerza necesaria para perseverar siempre en ella»[62].
«Señor Dios nuestro, tú mismo nos das lo que hemos de ofrecerte y miras esta ofrenda como un gesto de nuestro devoto servicio; confiadamente suplicamos que lo que nos otorgas para que redunde en mérito nuestro nos ayude también a alcanzar los premios eternos»[63].
«Te rogamos, Señor, que la virgen santa Águeda nos alcance tu perdón, pues ella fue agradable a tus ojos por la fortaleza que mostró en su martirio y por el mérito de su castidad»[64].
«Señor, tú que has querido ponerme al frente de tu familia no por mis méritos, sino por pura generosidad de tu gracia, concédeme realizar dignamente el ministerio sacerdotal y guiar, bajo tu amparo, la grey que me has confiado»[65].
- Esclavitud – Liberación y Señorío:
«Dios todopoderoso y eterno, que quisiste fundar todas las cosas en tu Hijo muy amado, Rey del Universo, haz que toda la creación, liberada de la esclavitud del pecado, sirva a tu majestad y te glorifique sin fin»[66].
«Oh Dios, origen de la verdadera libertad, que quieres que todos los hombres constituyan un solo pueblo libre de toda esclavitud, y que nos concedes este tiempo de gracia y de bendición, concédenos, te rogamos, que, al ver acrecentada su libertad, tu Iglesia aparezca ante el mundo como sacramento universal de salvación y manifieste y realice ante los hombres el misterio de tu amor»[67].
«Oh Dios, tu Hijo tomo la condición de siervo para redimir al género humano de la esclavitud del pecado; concede a cuantos se hallan cautivos la libertad que otorgaste a todos los hombres por ser hijos tuyos»[68].
«Mirad que llega el Señor del señorío: en su mano está el reino y la potestad y el imperio»[69].
«Porque e1 mismo, cuando iba a entregar su vida por nuestra liberación, estando sentado a 1a mesa, tomo pan en sus manos, dando gracias, te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo»[70].
- Caer bajo el diablo (poder) – Libertad de la gloria de los hijos de Dios:
« ¿Renunciáis al pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios? Todos:
Sí, renuncio»[71].
« Por estos dones del cielo, concédenos, Señor, servirte con libertad de espíritu, para que la ofrenda que te presentamos en la fiesta de san Lucas remedie nuestros males y nos alcance la gloria eterna»[72].
« Dios todopoderoso, mira con bondad a los que has enriquecido con los dones de tu Espíritu y alimentado con el Cuerpo y Sangre de tu Hijo; concédeles también vivir en el amor, plenitud de tu ley, manifestar la libertad gloriosa de los hijos de Dios y, por la santidad de su vida, cumplir su misión profética en el mundo»[73].
« El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, para dar libertad a los oprimidos»[74]. (Lc 4, 18. 19)
« ¿Renunciáis a Satanás? Todos: Sí, renuncio;(…) Sacerdote: ¿Renunciáis a todas las reducciones del mal, para que no domine en vosotros el pecado? Todos:
Sí, renuncio. Sacerdote: ¿Renunciáis a Satanás, padre y príncipe del pecado? Todos: Sí, renuncio.»[75].
«Señor Dios, que para librar al hombre de la antigua esclavitud del pecado enviaste a tu Hijo a este mundo, concede a los que esperamos con devoción su venida alcanzar la gracia de la libertad verdadera»[76].
«Tú, Señor, que nos has salvado por el misterio pascual, continua favoreciendo con dones celestes a tu pueblo, para que alcance la libertad verdadera y pueda gozar de la alegría del cielo, que ya ha empezado a gustar en la tierra»[77].
« Tú, en la etapa final de la historia, has enviado a tu Hijo, como huésped y peregrino en medio de nosotros, para redimirnos del pecado y de la muerte; y has derramado el Espíritu, para hacer de todas las naciones un solo pueblo nuevo, que tiene como meta, tu reino, como estado, la libertad de tus hijos, como ley, el precepto del amor»[78].
«Señor Dios nuestro, que hiciste del abad san Benito un esclarecido maestro en la escuela del divino servicio, concédenos, por su intercesión, que, prefiriendo tu amor a todas las cosas, avancemos por la senda de tus andamientos con libertad de corazón»[79].
« Recibe complacido, Padre santo, los dones que te presentamos, y concede una vida en comunican fraterna y en libertad de espíritu a cuantos se han propuesto seguir con alegría a tu Hijo por la senda difícil de la perfección»[80].
- Ofensa – Santificación sobreabundante:
«Acepta complacido, Señor, las ofrendas que te presentamos en la fiesta de san Ignacio de Loyola, y concédenos que estos sagrados misterios, fuente de toda santificación, nos santifiquen también en la verdad»[81].
«Después de participar en los misterios de Cristo, te pedimos, Señor, que renueves en tu Iglesia la gracia de santificación que tú nos diste, y haz que cuantos se glorían de llamarse cristianos te sirvan en la unidad de una misma fe»[82].
«…derrama sobre nuestros hermanos, cuando sean ungidos con este crisma, la abundancia de los dones del Espíritu Santo, y que los lugares y objetos consagrados por este oleo sean para tu pueblo motivo de santificación»[83].
- Transgresión – Reconciliación:
(“Reconciliación” esta aparte, al final, con los otros 3 sinónimos (?) de Santa Misa o Redención)
« ¿Si llevas cuenta de los delitos, Señor, quien podrá resistir? Pero de ti procede el perdón, Dios de Israel»[84]. (Sal 129, 3-4)
« Lava del todo mi delito, Señor, limpia mi pecado»[85].
« ¿Renunciáis a Satanás, esto es: al pecado, como negación de Dios; al mal, como signo del pecado en el mundo; al error, como ofuscaci6n de la verdad; a la violencia, como contraria a la caridad; al egoísmo, como falta de testimonio del amor? Todos: Sí, renuncio.
¿Renunciáis a sus obras, que son: vuestras envidias y odios; vuestras perezas e indiferencias; vuestras cobardías y complejos; vuestras tristezas y desconfianzas; vuestras injusticias y favoritismos; vuestros materialismos y sensualidades; vuestras faltas de fe, de esperanza y de caridad? Todos:
Sí, renuncio.
¿Renunciáis a todas sus seducciones, como pueden ser: el creeros los mejores; el veros superiores; el estar muy seguros de vosotros mismos; el creer que ya estáis convertidos del todo; el quedarnos en las cosas, medios, instituciones, métodos, reglamentos, y no ir a Dios? Todos:
Sí, renuncio»[86].
- Vil – Nobleza:
« ¡Oh cruz fiel, árbol único en nobleza!
Jamás el bosque dio mejor tributo
en hoja, en flor y en fruto
¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol donde la Vida empieza
con un peso tan dulce en su corteza!
Cantemos la nobleza de esta guerra,
el triunfo de la sangre y del madero;
y un Redentor, que en trance de Cordero,
sacrificado en cruz, salvó la tierra.»[87].
«Dios y Señor nuestro, que, por medio del trabajo del hombre, diriges y perfeccionas sin cesar la obra grandiosa de la creación, escucha nuestras suplicas, y haz que todos los hombres encuentren un trabajo digno que ennoblezca su condición humana y les permita vivir más unidos, sirviendo a sus hermanos»[88].
- Tristeza – Alegría:
(“alegría” más de 189 veces)
« Recibe, Señor, los dones que te presentamos confiados y haz que nuestras tristezas y amarguras lleguen a tener ante tus ojos el valor de un sacrificio verdadero»[89].
« Señor, Dios todopoderoso, que, sin mérito alguno de nuestra parte, nos has hecho pasar de la muerte a la vida y de la tristeza al gozo, no pongas fin a tus dones, ni ceses de realizar tus maravillas en nosotros, y concede a quienes ya hemos sido justificados por la fe la fuerza necesaria para perseverar siempre en ella»[90].
« Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y de cuerpo, y por la intercesión de santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo»[91].
« Dios, Padre todopoderoso, os conceda su gozo y os bendiga en los hijos. Amen. El Unigénito Hijo de Dios os asista en las alegrías y en las tristezas»[92].
« Que en la alegría te alaben, Señor, y en la tristeza te busquen; en el trabajo encuentren el gozo de tu ayuda y en la necesidad sientan cercano tu consuelo»[93].
« Recibe, Señor, los dones que te presentamos confiados y haz que nuestras tristezas y amarguras lleguen a tener ante tus ojos el valor de un sacrificio verdadero»[94].
«Hemos recibido con alegría los sacramentos del cielo; te pedimos ahora, Señor, que ellos nos ayuden para la vida eterna, a cuantos proclamamos a María Madre de tu Hijo y Madre de la Iglesia»[95].
« Festejad a Jerusalén, gozad con ella todos los que la amáis, alegraos de su alegría los que por ella llevasteis luto; mamaréis a sus pechos y os saciaréis de sus consuelos»[96]. (Is 66,10-11)
«Yo confió en el Señor; tu misericordia sea mi gozo y mi alegría. Te has fijado en mi aflicción»[97]. (Sl 30, 7-8)
«Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa resurrección alabamos y glorificamos. Por el madero ha venido la alegría al mundo entero»[98].
«Y así, esta noche santa
ahuyenta los pecados,
lava las culpas,
devuelve la inocencia a los caídos,
la alegría a los tristes,
expulsa el odio,
trae la concordia,
doblega a los poderosos»[99].
«Recibe, Señor, las ofrendas de tu Iglesia exultante de gozo, y pues en la resurrección de tu Hijo nos diste motivo de tanta alegría, concédenos participar también del gozo eterno»[100].
« Concédenos, Señor, que la celebración de estos misterios pascuales nos llene siempre de alegría y que la actualización repetida de nuestra redención sea para nosotros fuente de gozo incesante»[101].
« Que tu pueblo, Señor, exulte siempre al verse renovado y rejuvenecido en el espíritu, y que la alegría de haber recobrado la adopción filial afiance su esperanza de resucitar gloriosamente»[102].
« Recibe, Señor, las ofrendas de tu Iglesia exultante de gozo, y pues en la resurrección de tu Hijo nos diste motivo de tanta alegría, concédenos participar también del gozo eterno»[103].
« Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo…»[104].
« Por él, los ángeles y los arcángeles y todos los coros celestiales celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza»[105].
« Señor, tú que nos llenas de santa alegría en la celebración de la fiesta de san Pedro y san Pablo, haz que tu Iglesia se mantenga siempre fiel a las enseñanzas de aquellos que fueron fundamento de nuestra fe cristiana»[106].
« Cuando encontraba palabras tuyas las devoraba; tus palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque tu nombre fue pronunciado sobre mí, Señor Dios»[107]. (Jr 15, 16)
« Os digo que habrá alegría entre los ángeles de Dios par un solo pecador que se convierta»[108]. (Lc 15, 10)
« EI Señor le abra las puertas del paraíso para que pueda volver a aquella patria donde ya no hay muerte, sino paz y alegría sin fin»[109].
« Dios de eterna gloria, que has introducido en el mundo la verdadera alegría, Cristo, tu Hijo, sol de justicia nacido de la Virgen Madre, líbranos del peso del pecado que entristece y extingue tu Espíritu en nosotros, y recíbenos en la mesa de tu Reino, para saciarnos con el pan que contiene en si todo deleite»[110].
- Incomunicación – Dialogo.
«Acepta, Señor, estos dones que hemos recibido de tu generosidad y ahora te presentamos; ellos, que significan la abundancia de la vida divina y la unidad en el amor, haz que nos impulsen a la comunicación cristiana de bienes y al mutuo amor fraterno»[111].
« Ayuda a todos los que creemos en Cristo, para que trabajemos por la paz del mundo y sepamos comunicar a los demás nuestra alegría»[112].
« El Señor viene con esplendor a visitar a su pueblo con la paz y comunicarle la vida eterna»[113].
« Dios de misericordia, hoy que nos ha nacido el Salvador para comunicarnos la vida divina, humildemente te pedimos que nos haga igualmente participes del don de su inmortalidad»[114].
« Comunícanos, Señor, los frutos de la redención por medio de este sacramento, para que nunca se desvíe de ti nuestra vida y podamos alcanzar los bienes del cielo»[115].
« El Espíritu Santo me glorificará, porque recibirá de mi lo que os irá comunicando -dice el Señor-. Aleluya»[116]. (Jn 16, 14)
« Acepta, Señor, estos dones que hemos recibido de tu generosidad y ahora te presentamos; ellos, que significan la abundancia de la vida divina y la unidad en el amor, haz que nos impulsen a la comunicación cristiana de bienes y al mutuo amor fraterno»[117].
- Muerte – Vida:
(“vida” 630 veces)
«Habiendo recibido el pan de vida y de salvación, te pedimos, Señor, que por este alimento nuestro hermano N., limpio de todo pecado, sea admitido en la as amble a de tus santos»[118].
«Te pedimos, Señor, que la eficacia de este sacrificio nos purifique del antiguo pecado, acreciente en nosotros la vida nueva y nos otorgue la plena salvación»[119].
«Señor Dios, fuente de la vida y autor de los sacramentos: te damos gracias porque en tu bondad inefable»[120].
« Señor Dios, que en este día nos has abierto las puertas de la vida por medio de tu Hijo, vencedor de la muerte, concede a los que celebramos la solemnidad de la resurrección de Jesucristo, ser renovados por tu Espíritu, para resucitar en el reino de la luz y de la vida»[121].
« Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre él. Aleluya»[122]. (Rm 6, 9)
« El Dios de la vida, que ha resucitado a Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, este con todos vosotros»[123].
« Señor Dios, que nos entregaste a tu Hijo para librarnos de la muerte y del mal, te rogamos aceptes este sacrificio en acción de gracias porque ya estamos libres de nuestra tribulación»[124].
- Fealdad – Belleza, Luz:
« Te alabamos por todas las cosas bellas que has hecho en el mundo y por la alegría que has dado a nuestros corazones»[125].
« Señor, tú que en este día revelaste a tu Hijo unigénito a los pueblos gentiles, por medio de una estrella, concede a los que ya te conocemos por la fe poder contemplar un día, cara a cara, la hermosura infinita de tu gloria»[126].
«Señor, tú que has hecho más hermosa a la Iglesia al glorificar con el triunfo del martirio a san N., concédenos, te rogamos, que as! como a elle diste la gracia de imitar con su muerte la pasión de Cristo, alcancemos nosotros, siguiendo las huellas de tu mártir, los premios eternos»[127].
- Desobediencia – Docilidad:
«Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo, haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo»[128].
«El Dios todopoderoso aleje de vosotros toda adversidad y os conceda la abundancia de sus bendiciones. Amen.
Que él os de un corazón tan dócil a su palabra, que encuentre su gozo en los dones eternos»[129].
«Que estas ofrendas, Señor, fruto del trabajo del hombre, atraigan tus bendiciones y nos hagan dóciles al Espíritu de la verdad»[130].
«Porque tu amor al mundo fue tan misericordioso que no sólo nos enviaste como Redentor a tu propio Hijo, sino que en todo lo quisiste semejante al hombre, menos en el pecado, para poder así amar en nosotros lo que amabas en él. Con su obediencia has restaurado aquellos dones que por nuestra desobediencia habíamos perdido»[131].
«Y cuando por desobediencia perdió tu amistad, no lo abandonaste al poder de la muerte, sino que, compadecido, tendiste la mano a todos, para que te encuentre el que te busca»[132].
- Exige Castigo – Sacrificio expiatorio (participamos de la víctima inmolada):
«Al ofrecerte, Señor, este sacrificio de expiación, te suplicamos, por intercesión de la Virgen, Madre de Dios, y de san José, que guardes a nuestras familias en tu gracia y en tu paz verdadera»[133].
«Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de expiación y alabanza, para que perdones nuestros pecados y dirijas nuestros corazones inconstantes»[134].
« Lo que has hecho con nosotros, Señor, es un castigo merecido, porque hemos pecado contra ti y no pusimos por obra lo que nos habías mandado; pero da gloria a tu nombre y trátanos según tu abundante misericordia»[135].
« Porque tu voluntad nos da la vida, tus decretos la dirigen y un mandato tuyo, en castigo del pecado, nos devuelve a la tierra de la que habíamos sido sacados»[136].
« Dios todopoderoso y eterno, que nos purificas con el castigo y nos salvas con el perdón, responde a nuestras suplicas concediéndonos un tiempo sereno»[137].
« Señor Dios, refugio nuestro en la tribulación, apoyo en la debilidad, consuelo en el llanto, perdona a tu pueblo y, una vez corregido con los castigos que merece, concédele vivir en la paz de tu misericordia»[138].
« Concédenos hacernos semejantes a él. De este modo, los que hemos llevado grabada, por exigencia de la naturaleza humana, la imagen de Adán, el hombre terreno, llevaremos grabada en adelante, por la acción santificadora de tu gracia, la imagen de Jesucristo, el hombre celestial»[139].
- Obstáculo – un Quitar.
« Acepta, Señor, estos dones que como siervos tuyos presentamos en tu altar para celebrar la fiesta de san N., y concédenos que, libres de los obstáculos del mundo, seas tú nuestra única riqueza»[140].
« Dios omnipotente y misericordioso, solo tú conoces lo más secreto del corazón de los hombres, solo tú sabes quién es justo y puedes justificar al malvado; escucha nuestros ruegos por tus hijos que están encarcelados y haz que encuentren alivio de sus penas en la paciencia y la esperanza y puedan retornar cuanto antes, sin obstáculo alguno, a sus propias familias»[141].
« Acéptanos también a nosotros, Padre santo, juntamente con la ofrenda de tu Hijo; y en la participación de este banquete concédenos tu Espíritu, para que desaparezca todo obstáculo en el camino de la concordia y la Iglesia resplandezca en medio de los hombres como signo de unidad e instrumento de tu paz»[142].
« Padre santo, que en el camino de la Iglesia, peregrina en la tierra, has puesto como signo luminoso a la Virgen María, por su intercesión aumenta nuestra fe, y reaviva nuestra esperanza para que ningún obstáculo nos desvié del sendero que nos lleva a la salvación»[143].
« Señor de poder y de misericordia, que has querido hacer digno y agradable por favor tuyo el servicio de tus fieles, concédenos caminar sin tropiezos hacia los bienes que nos prometes»[144].
« Señor, que la poderosa intercesión de san Juan Bautista acompañe siempre a los que has alimentado con el pan del cielo, y el que anunció al Cordero que había de quitar el pecado del mundo implore también para nosotros la misericordia de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo»[145].
« Purísima había de ser, Señor, la Virgen que nos diera al Cordero inocente que quita el pecado del mundo»[146].
« Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tu que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra suplica»[147].
« Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros»[148].
« Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor»[149].
- Mancha – Limpieza:
«Para que así, purificados de toda mancha, gocéis de Dios, que viene a vosotros y en vosotros hace morada, y alcancéis un día, con todos los santos, la heredad del reino eterno»[150].
«Señor, recibe complacido el sacrificio que te ofrecemos en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, y así como a ella la preservaste limpia de toda mancha, guárdanos también a nosotros, por su poderosa intercesión, limpios de todo pecado»[151].
« Señor Dios nuestro, escucha las oraciones de tu pueblo que vela en esta noche santa, en que celebramos la acción maravillosa de nuestra creación y la maravilla, aún más grande, de nuestra redención; dígnate bendecir esta agua. La creaste para hacer fecunda la tierra y para favorecer nuestros cuerpos con el frescor y la limpieza»[152].
« Concédenos, Señor, por tu misericordia, que las aguas vivas siempre broten salvadoras, para que podamos acercarnos a ti con el corazón limpio y evitemos todo peligro de alma y cuerpo»[153].
« Al ofrecerte este sacrificio que inaugura la Cuaresma, te pedimos, Señor, que nuestras obras de caridad y nuestras penitencias nos ayuden al dominio de nosotros mismos, para que, limpios de pecado, merezcamos celebrar piadosamente los misterios de la pasión de tu Hijo»[154].
« Señor, Padre santo, tú que nos has mandado escuchar a tu Hijo, el predilecto, alimenta nuestro espíritu con tu palabra; así, con mirada limpia, contemplaremos gozosos la gloria de tu rostro»[155].
« Concédenos, Dios todopoderoso, que, purificados por la penitencia cuaresmal, lleguemos a las fiestas de Pascua limpios de pecado»[156].
« Tú, Señor, que eres la fuente de este sacrificio, Purifícanos con su eficacia para que lleguemos más limpios a ti»[157].
« Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios»[158]. (Mt 5,7-8)
« Si vivimos en la luz, lo mismo que Dios está en la luz, entonces estamos unidos unos con otros y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia los pecados. Aleluya»[159]. (1Jn 1, 7)
« Señor, que nos limpie de toda culpa este sacrificio, el mismo que, ofrecido en el ara de la cruz, quitó el pecado del mundo»[160].
« Dios de justicia y misericordia, limpia en la sangre de Cristo, por medio de este sacrificio, los pecados de tu siervo N., y al que ya habías lavado can el agua del bautismo, purifícale ahora con el mismo amor indulgente»[161].
- Deuda – Pago:
« Porque él ha pagado por nosotros al eterno Padre la deuda de Adán y, derramando su sangre, cancela el recibo del antiguo pecado»[162].
« Te pedimos, Señor, que la celebración de esta eucaristía perdone nuestras deudas y nos ayude a perdonar a nuestros deudores»[163].
« Señor Dios nuestro, escucha las oraciones de tu pueblo que vela en esta noche santa, dígnate bendecir esta agua. (…)La hiciste también instrumento de misericordia al librar a tu pueblo de la esclavitud y al apagar con ella su sed en el desierto»[164].
- Iniquidad – Justicia:
« Señor, que esta eucaristía nos renueve y, purificándonos de la corrupción del pecado, nos haga entrar en comunión con el misterio que nos salva»[165].
« Señor Dios nuestro, cuyo amor sin medida nos enriquece con toda bendición, haz que, abandonando la corrupción del hombre viejo, nos preparemos, como hombres nuevos, a tomar parte en la gloria de tu reino»[166].
« Buen pastor, que vienes a guiar a tu rebaño por las sendas de la verdad y de la justicia: Cristo, ten piedad»[167].
« Has amado la justicia y odiado la impiedad: por eso el Señor, tu Dios, te ha ungido con el aceite de júbilo entre todos tus compañeros»[168]. (Sal 44, 8)
« Señor, tu dijiste que cuantos trabajan por la paz sean llamados hijos de Dios; concédenos entregarnos sin descanso a instaurar en el mundo la única justicia que puede garantizar a los hombres una paz firme y verdadera»[169].
« Dios de eterna gloria, que has introducido en el mundo la verdadera alegría, Cristo, tu Hijo, sol de justicia nacido de la Virgen Madre, líbranos del peso del pecado que entristece y extingue tu Espíritu en nosotros»[170].
- Maldad – Bondad:
«Señor, preserva de toda maldad a tu pueblo, para que este sacrificio sea grato a tus ojos, y tú que nos prometes, como premio, la plena posesión de tu verdad, no nos dejes entregarnos a los falsos placeres»[171].
«Mira, Señor, con bondad los dones que te presentamos; que ellos sean gratos a tus ojos y nos alcancen la salvación»[172].
« Mi oración se dirige hacia ti, Dios mío, el día de tu favor; que me escuche tu gran bondad, que tu fidelidad me ayude»[173]. (Sal 68, 14)
«Perdona las culpas de tu pueblo, Señor, y que tu amor y tu bondad nos libren del poder del pecado, al que nos ha sometido nuestra debilidad»[174].
«Dios todopoderoso y eterno, cuya sabiduría gobierna todas las cosas, atiende bondadoso nuestras suplicas y protege al Papa, para que el pueblo cristiano, gobernado por ti bajo el cayado del Sumo Pontífice, progrese siempre en la fe»[175].
«Señor, protege sin cesar a esta familia tuya, que ha celebrado con gozo la festividad de san José participando en la eucaristía; y conserva en ella los dones que con tanta bondad le concedes»[176].
«Oh Dios, Padre de toda misericordia, que, por amarnos sin medida, nos has dado con inefable bondad a tu Hijo unigénito; haz que, en perfecta unión con él, te ofrezcamos una digna oblación»[177].
«Hermanos: En este día (esta noche / este tiempo) en que se ha manifestado la bondad de Dios, nuestro Salvador, hecho hombre, elevemos nuestras suplicas, confiando no en las obras de nuestra justicia, sino en la infinita misericordia de Dios, que es nuestro Padre»[178].
- Aburrimiento – Fiesta:
(“fiesta” 130 veces)
«Estas viendo, Señor, como tu pueblo espera con fe la fiesta del nacimiento de tu Hijo; concédenos llegar a la Navidad, fiesta de gozo y salvación, y poder celebrarla con alegría desbordante»[179].
«Acepta, Señor, en la fiesta solemne de la Navidad, esta ofrenda que nos reconcilia contigo de modo perfecto, y que encierra la plenitud del culto que el hombre puede tributarte»[180].
«Tú que has dicho que hay gran fiesta en el cielo por un pecador que se arrepiente: Cristo, ten piedad»[181].
«Alegrémonos todos en el Señor al celebrar este día de fiesta en honor de santa Brígida; los ángeles se alegran de esta fiesta, y alaban a una al Hijo de Dios»[182].
« Penetrados del gozo de esta fiesta, hemos recibido, Señor, los dones del cielo; concédenos, te rogamos, a quienes anunciamos con este banquete divino la muerte de Cristo, participar con tus mártires en la gloria de su resurrección»[183].
« Dios y Padre nuestro, tú has querido que nos reunamos delante de ti para celebrar una fiesta contigo, para alabarte y para decirte lo mucho que te admiramos»[184].
« En verdad, Padre bueno, hoy estamos de fiesta: nuestro corazón está lleno de agradecimiento y con Jesús te cantamos nuestra alegría»[185].
- Vacío – Plenitud:
« Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vigilan los centinelas»[186]. (Sl 126, 1)
« Señor, que esta oblación, en la que alcanza su plenitud el culto que el hombre puede tributarte, restablezca nuestra amistad contigo; así celebraremos, renovados en gracia, el nacimiento de nuestro Redentor»[187].
« Acepta, Señor, en la fiesta solemne de la Navidad, esta ofrenda que nos reconcilia contigo de modo perfecto, y que encierra la plenitud del culto que el hombre puede tributarte»[188].
« De su plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia»[189]. (Jn 1,16)
« Pues, para llevar a plenitud el misterio pascual, enviaste hoy el Espíritu Santo sobre los que habías adoptado como hijos por su participación en Cristo»[190].
« Te pedimos, Señor, que lleves en nosotros a su plenitud la obra salvadora de tu misericordia; condúcenos a perfección tan alta y mantennos en ella de tal forma que en todo sepamos agradarte»[191].
« Tú que eres la plenitud de la verdad y de la gracia: Señor, ten piedad»[192].
« Te pedimos, Señor, que, alimentados con el sacramento del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, crezcamos en la comunión del Espíritu y en el amor de los hermanos, de tal modo que alcancemos con ardiente caridad la plenitud del Cuerpo de Cristo»[193].
« Y, cuando termine nuestra peregrinación por este mundo, recíbenos también a nosotros en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria»[194].
- Caída – Levantar: (parecido al punto nº 3)
«Oh Dios, que por el admirable trueque de este sacrificio nos haces participes de tu divinidad, concédenos que nuestra vida sea manifestación y testimonio de esta verdad que conocemos»[195].
«Oh Dios, que por el admirable trueque de este sacrificio nos haces participes de tu divinidad, concédenos que nuestra vida sea manifestaci6n y testimonio de esta verdad que conocemos»[196].
- Tiniebla – Luz admirable:
(“luz” 160 veces)
«Goce también la tierra,
inundada de tanta claridad,
y que, radiante con el fulgor del Rey eterno,
se sienta libre de la tiniebla
que cubría el orbe entero
(…)Alégrese también nuestra madre la Iglesia,
revestida de luz tan brillante;
resuene este templo con las aclamaciones del pueblo.
(…)Sabemos ya lo que anuncia esta columna de fuego,
ardiendo en llama viva para gloria de Dios.
Y aunque distribuye su luz,
no mengua al repartirla,
porque se alimenta de esta cera fundida,
que elaboró la abeja fecunda
para hacer esta lámpara preciosa»[197].
«Y el, a todos vosotros, fieles seguidores de Cristo, manifestado hoy al mundo como luz en la tiniebla, os haga testigos de la verdad ante los hermanos»[198].
«Dios todopoderoso, que amanezca en nuestros corazones el resplandor de tu gloria, Cristo, tu Hijo, para que su venida ahuyente las tinieblas del pecado y nos manifieste como hijos de la luz»[199].
«Oh Dios, que has iluminado esta noche santa con el nacimiento de Cristo, la luz verdadera, concédenos gozar en el cielo del esplendor de su gloria a los que hemos experimentado la claridad de su presencia en la tierra»[200].
« La luz de Cristo, que resucita glorioso, disipe las tinieblas del corazón y del espíritu»[201].
« Oh Dios, que muestras la luz de tu verdad a los que andan extraviados para que puedan volver al buen camino, concede a todos los cristianos rechazar lo que es indigno de este nombre, y cumplir cuanto en él se significa»[202].
« Al celebrar, Señor, este santo sacrificio, haz que nos ilumine el Espíritu Santo con la luz de la fe que impulsó siempre al apóstol san Pablo a la propagación de tu Evangelio»[203].
- Odio – Amor:
(“amor” 477 veces)
« Y así, esta noche santa
ahuyenta los pecados,
lava las culpas,
devuelve la inocencia a los caídos,
la alegría a los tristes,
expulsa el odio,
trae la concordia,
doblega a los poderosos»[204].
« Dios todopoderoso y eterno, que has querido que celebráramos el misterio pascual durante cincuenta días, renueva entre nosotros el prodigio de Pentecostés, para que los pueblos divididos por el odio y el pecado se congreguen por medio de tu Espíritu y, reunidos, confiesen tu nombre en la diversidad de sus lenguas»[205].
« Dios de la paz, tu eres la paz misma, por eso el hombre violento no te comprende ni el corazón cruel te acepta; haz que los que conviven como hermanos perseveren en el bien y los que están enfrentados recuperen la paz con el olvido del odio»[206].
« Con tu acción eficaz consigues que las luchas se apacigüen y crezca el deseo de la paz; que el perdón venza al odio y la indulgencia a la venganza»[207].
« Señor Dios nuestro, fuente de la piedad sincera y del amor fraterno, que esta ofrenda glorifique tu nombre y nuestra unión se haga fuerte por la participación en estos sacramentos»[208].
« Acepta, Señor, estas ofrendas con las que has querido reconciliarte con los hombres y por las que nos devuelves, con amor eficaz, la salvación eterna».[209]
« Padre, lleno de amor, concede a tu Iglesia, congregada por el Espíritu Santo, dedicarse plenamente a tu servicio y vivir unida en el amor, según tu voluntad»[210].
« Derrama, Señor, la bendición de tu Espíritu sobre estos dones que te presentamos, para que, al participar en ellos, tu Iglesia quede inundada de tu amor y sea ante todo el mundo signo visible de la salvación»[211].
- Egoísmo – Entrega, un darse:
«Señor Dios nuestro, que al crear el género humano estableciste la unión entre el hombre y la mujer; une en la fidelidad del amor a estos hijos tuyos que celebran su boda, para que, amándose sin egoísmo, den testimonio de tu amor»[212].
«Por estos misterios que estamos celebrando dígnate santificarnos, Señor; purifícanos de nuestros egoísmos terrenos y condúcenos a los bienes del cielo»[213].
«Infunde, Señor, tu gracia en nuestros corazones, para que sepamos dominar nuestro egoísmo y secundar las inspiraciones que nos vienen del cielo»[214].
«El Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos»[215]. (Mt 20, 28)
« Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros»[216].
«Dios todopoderoso y eterno, ayúdanos a llevar una vida según tu voluntad, para que podamos dar en abundancia frutos de buenas obras en nombre de tu Hijo predilecto»[217].
«En esto hemos conocido el amor de Dios: en que el dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos»[218]. (1 Jn 3, 16)
« Haz, Señor, que te ofrezcamos siempre este sacrificio como expresión de nuestra propia entrega, para que así cumplamos el sacramento que tú nos diste y se lleve a cabo en nosotros la obra de tu salvación»[219].
« Señor, que reconcilias contigo a los hombres por tu Palabra hecha carne, haz que el pueblo cristiano se apresure, con fe viva y entrega generosa, a celebrar las próximas fiestas pascuales»[220].
« Concede a tu pueblo, Señor, con tu protecci6n y tu gracia, salud de alma y cuerpo, perfecto amor a los hermanos y una entrega total a tu servicio»[221].
« Te pedimos, Dios todopoderoso, por tu hijo N., que en su entrega total a Jesucristo sigui6 la senda del amor perfecto; haz que pueda un día contemplar, lleno de gozo, la manifestaci6n de tu gloria y disfrutar con sus hermanos de la eterna felicidad de tu reino»[222].
« El cual cuando iba a ser entregado a su Pasión, voluntariamente aceptada, tomo pan, dan dote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo (…)»[223].
« El Dios, Padre de misericordia, que en la pasión de su Hijo os ha dado ejemplo de amor, os conceda, por vuestra entrega a Dios y a los hombres, la mejor de sus bendiciones»[224].
[1] San Juan de la Cruz, Obras completas, ¡Oh llama de amor viva, BAC 2005, estrofa 2, 111 y 957-963.
[2] Las Abreviaturas en las notas al pie de página son:
- AE: Antífona de Entrada.
- BS: Bendiciones solemnes.
- OC: Oración Colecta.
- OO: Oración Sobre las Ofrendas.
- AC: Antífona de Comunión.
- ODC: Oración después de Comunión.
- RI: Ritos Iniciales.
- TO: Tiempo Ordinario.
*(cuando aparece señalada la cantidad de veces que se repite una palabra, en el Misal, hay que tener en cuenta que, siempre la cantidad señalada es menor a lo que realmente correspondería señalar, porque el buscador no considera la conjugación de las palabras o los demás cambios verbales de las mismas).
[3] Miércoles de Ceniza, OC, 186.
[4] Miércoles de Ceniza, Bendición e imposición de la ceniza, 186.
[5] Jueves V de Cuaresma, OO, 231.
[6] Jueves Santo, Consagración del Crisma, 259.
[7] Ritos Iniciales, T de Cuaresma, 421.
[8] Propio de los Santos, 20 de febrero, OC, 736.
[9] Prefacio II de Cuaresma, 455.
[10] Formula larga del Pregón Pascual, 290.
[11] Prefacio de Santas Vírgenes y Religiosos, 501.
[12] Prefacio Común III, 504.
[13] Plegaria Eucarística III, 539.
[14] Lunes de la IV Semana, Cincuentena Pascual, OC, 336.
[15] Prefacio IV Dominical, 784.
[16] Martes de la I Semana, OC, 131.
[17] Cincuentena Pascual, RI, 431.
[18] Común de la dedicación de una Iglesia, OC, 801.
[19] PE de la Reconciliación II, 1089.
[20] I Domingo de Cuaresma, OC, 193.
[21] Lunes Santo, OC, 246.
[22] Viernes Santo, Himno, 281.
[23] Día IV en la 8ª de Navidad, AE, 169.
[24] Misas Rituales, Sacramentos de Iniciación, OC, 886.
[25] Jueves Santo, Consagración del Crisma, 260.
[26] Bendiciones solemnes 10, 757.
[27] 20 de diciembre, OO, 153.
[28] Ferias de Navidad, OC, 177.
[29] Domingo de Ramos, Procesión, 235.
[30] Viernes Santo, Oración sobre el Pueblo, 283.
[31] XVI Domingo del TO, OC, 389.
[32] Misas Rituales, Oración sobre los esposos, 886.
[33] Misas por diversas necesidades, OC, 977.
[34] Misas por diversas necesidades, OC, 978.
[35] Misas por diversas necesidades, OO, 978.
[36] Misas por diversas necesidades, ODC, 978.
[37] Misas por diversas necesidades, OC, 982.
[38] Misas por diversas necesidades, OO, 982.
[39] Misas de Difuntos, OC, 1018.
[40] Pág. 527, 533, 541, 552, 1058, 1064, 1070, 1076, 1083, 1089, 1097, 1103 y1110.
[41] Misal Romano, Rito de comunión nº 145, 561.
[42] Jueves IV de Cuaresma, OO, 223.
[43] Viernes V de Cuaresma, OC, 232.
[44] Prefacio III Dominical del TO, 471.
[45] Común de Mártires, OC, 820.
[46] Misas por diversas necesidades, nº 14, OC, 949.
[47] Plegaria Eucarística sobre la Reconciliación, 1081.
[48] I Domingo de cuaresma, Prefacio, 193.
[49] Lunes Santo, OC, 246.
[50] Jueves Santo, nota 2, 249.
[51] XXIV Domingo del TO, ODC, 397.
[52] Común de la Dedicación de una Iglesia, AE, 799.
[53] Común de Mártires nº 10, OO, 822.
[54] Martes V de Cuaresma, OO, 229.
[55] Por algunas necesidades especiales nº 40, OO, 982.
[56] Domingo XXVIII del TO, OC, 400.
[57] Plegaria Eucarística I de los Santos, 497.
[58] Modelos de Oración Universal nº 7-f, 1131.
[59] Martes I de Adviento, OO, 131.
[60] Miércoles 4º de cuaresma, OO, 222.
[61] Jueves Santo, Misa de la cena del Señor, Plegaria Eucarística I, 264.
[62] Jueves V de Pascua, OC, 346.
[63] Domingo VIII del TO, OO, 381.
[64] Memoria de Santa Águeda, OC, 633.
[65] Misas y Oraciones por diversas necesidades nº7-A, OC, 936.
[66] Jesucristo Rey del Universo, OC, 413.
[67] Misas y Oraciones por diversas necesidades nº 22bis., OC, 959.
[68] Misas y Oraciones por diversas necesidades nº30, OC, 972.
[69] Epifanía del Señor, AE, 174.
[70] Plegaria Eucarística de la Reconciliación II, 1088.
[71] Vigilia Pascual, Renovación de las Promesas Bautismales, tercera formula, 307.
[72] Propio de los Santos, San Lucas Evangelista, OO, 763.
[73] Misas Rituales, En la administración de la Confirmación, OO, 878.
[74] Misas y Oraciones por diversas necesidades, Por la Santa Iglesia nº6, OO, 934.
[75] Vigilia Pascual, Renovación de las Promesas Bautismales, 306.
[76] Sábado I de Adviento, OC, 135.
[77] Martes de la Octava de Pascua, OC, 316.
[78] Prefacio Común VII, 507.
[79] Propio de los Santos, San Benito Abad, OC, 690.
[80] Misas y Oraciones por diversas necesidades, Por la Santa Iglesia nº11, OO, 942.
[81] Propio de los Santos, San Ignacio de Loyola, OO, 701.
[82] Misas y Oraciones por diversas necesidades, Por la Santa Iglesia nº13-B, OO, 949.
[83] Jueves Santo, Consagración del Crisma II, 260.
[84] Domingo XXVIII del TO, AE, 401.
[85] Ordinario de la Misa, Liturgia de la Eucaristía, 442.
[86] Vigilia Pascual, Renovación de las Promesas Bautismales, segunda fórmula, 307.
[87] Viernes Santo, adoración de la Cruz, 279.
[88] Misas y Oraciones por diversas necesidades nº 25-A, OC, 964.
[89] Misas y Oraciones por diversas necesidades nº 38-B, OO, 979.
[90] Jueves V de Pascua, OC, 446.
[91] Común de Santa María Virgen I, OC, 804.
[92] Misas Rituales nº IV-B, Bendición Solemne, 891.
[93] Misas y Rituales nº IV-C, Prefacio, 893.
[94] Misas y Oraciones por diversas necesidades nº 38-B, OO, 979.
[95] Solemnidad e Santa María madre de Dios, ODC, 172.
[96] Domingo IV de Cuaresma, AE, 217.
[97] Lunes IV de Cuaresma, AE, 220.
[98] Viernes Santo, Adoración de la Cruz, 277.
[99] Vigilia Pascual, Pregón, 292.
[100] Lunes II de Pascua, OO, 322.
[101] Martes II de Pascua, OO, 323.
[102] Domingo II de Pascua, OC, 328.
[103] Domingo II de Pascua, OO, 328.
[104] Domingo de pentecostés, Prefacio, 371.
[105] Prefacio IV de Cuaresma, 457.
[106] Propio de los Santos, Santos Pedro y Pablo, 683.
[107] Propio de los Santos, San Jerónimo, AC, 741.
[108] Misas y Oraciones por diversas necesidades nº 40, AC, 983.
[109] Misas de Difuntos III-A, AE, 1029.
[110] Colectas para el Común de la Virgen María nº9, 1117.
[111] Misas y Oraciones por diversas necesidades nº 37-A, OO, 969.
[112] Plegaria Eucarística para Niños III, 1111.
[113] Viernes I de Adviento, AE, 134.
[114] Natividad del Señor, AC, 165.
[115] Sábado II de Cuaresma, OO, 207.
[116] Sábado VII de Pascua, AC, 364.
[117] Misas y Oraciones por diversas necesidades nº 28-A, OO, 969.
[118] Misas de difuntos II-D, OO, 1026.
[119] Jueves Santo Misa Crismal, OO, 254.
[120] Jueves Santo Misa Crismal, Consagración del Crisma, 259.
[121] Domingo de Resurrección, OC, 313.
[122] Lunes II de Pascua, AE, 322.
[123] Ordinario de la Misa, Ritos Iniciales, 241.
[124] Misas y Oraciones por diversas necesidades nº 39-A, OO, 980.
[125] Plegarias para la Misa con niños I, 1094.
[126] Epifanía, OC, 172.
[127] Común de Mártires nº10, OC, 821.
[128] Misas Votivas nº 7-A, OC, 1002.
[129] Bendiciones Solemnes nº15, 577.
[130] Propio de los Santos, S. Isidoro Obispo y Doctor de la iglesia, OO, 651.
[131] Prefacio VII Dominical para el TO, 475.
[132] Plegaria eucarística IV, 551.
[133] Sagrada familia, OO, 166.
[134] Misas y Oraciones por diversas necesidades nº 40, OO, 982.
[135] Domingo XXVI del TO, AE, 399.
[136] Prefacio IV de difuntos, 514.
[137] Misas y Oraciones por diversas necesidades nº 37, OC, 977.
[138] Misas y Oraciones por diversas necesidades nº 38, OC, 978.
[139] Viernes Santo, Oración, 269.
[140] Misas Comunes nº8, 856.
[141] Misas y Oraciones por diversas necesidades nº 31, OC, 973.
[142] Plegaria Eucarística de la Reconciliación II, 1089.
[143] Colectas para el Común de la Virgen María nº 6, 1116.
[144] Domingo XXXI del TO, OC, 404.
[145] Propio de los Santos, Natividad de San Juan Bautista, ODC, 678.
[146] Propio de los Santos, La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, Plegaria Eucarística, 788.
[147] Ordinario de la Misa, Ritos Iniciales, 432.
[148] Ordinario de la Misa, Rito de la Comunión, nº 144, 561.
[149] Ordinario de la Misa, Rito de la Comunión, nº 146, 562.
[150] Bendiciones Solemnes, nº III-25, 583.
[151] Propio de los Santos, La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, OC, 787.
[152] Vigilia Pascual, Bendición del Agua, 305.
[153] Apéndice III, Formulario I, 1119.
[154] Miércoles de Ceniza, OO, 187.
[155] Domingo II de Cuaresma, OO, 200.
[156] Viernes II de Cuaresma, OC, 206.
[157] Viernes VII de cuaresma, OO, 224.
[158] Domingo VII del TO, 390.
[159] Propio de los Santos, Santa Catalina de Siena, 654.
[160] Propio de los Santos, Exaltación de la Santa Cruz, OO, 731.
[161] Misas de difuntos II-C, OC, 1025.
[162] Vigilia Pascual, Pregón, 294.
[163] Domingo III del TO, OO, 209.
[164] Vigilia Pascual, Bendición del agua, 305.
[165] Viernes I de Cuaresma, ODC, 198.
[166] Lunes V de Cuaresma, OC, 228.
[167] Ordinario de la Misa, Ritos Iniciales, Tiempo de Adviento nº III, 428.
[168] Propio de los Santos, Santa Brígida, AC, 695.
[169] Misas y Oraciones por diversas necesidades nº 22-A, OC, 957.
[170] Colectas para el común de la Virgen María, nº 9, 1117.
[171] Jueves III de Cuaresma, OC, 214.
[172] Viernes III de cuaresma, OO, 215.
[173] Miércoles IV, AE, 222.
[174] Viernes V de Cuaresma, OC, 233.
[175] Viernes Santo, Oración Universal .II, 270.
[176] Propio de los Santos, San José, OO, 643.
[177] Misas Votivas, nº 6, ODC, 999.
[178] Modelos de Oración universal IV, 1129.
[179] Domingo III de Adviento, OC, 143.
[180] Natividad del Señor, OC, 165.
[181] Ordinario de la Misa, Ritos Iniciales III, 426.
[182] Propio de los Santos, Santa Brígida, AE, 694.
[183] Común de Mártires nº10, ODC, 821.
[184] Plegaria Eucarística para la misa con niños I, 1094.
[185] Plegaria Eucarística para la misa con niños II, 1101.
[186] Propio de los Santos, 5 de octubre, Témporas de acción de gracias y de bendición, AE, 753.
[187] 23 de Diciembre, OO, 156.
[188] Natividad del Señor, OO, 165.
[189] 30 de Diciembre, AC, 169.
[190] Domingo de Pentecostés, Prefacio, 371.
[191] Domingo XI del TO, ODC, 394.
[192] Ordinario de la Misa, Ritos iniciales II, 426.
[193] Misas Rituales III-A, ODC, 872.
[194] Plegaria eucarística V/b, 1067.
[195] Miércoles II de Pascua, OO, 324.
[196] Jueves II de Pascua, OO, 332.
[197] Vigilia Pascual, Pregón, 290.
[198] Bendiciones Solemnes, 4. Epifanía del Señor, 571.
[199] Sábado II de Adviento, OC, 141.
[200] Natividad del Señor, OC, 163.
[201] Vigilia Pascual, Lucernario – El sacerdote enciende el cirio pascual con el fuego nuevo, diciendo:-, 296.
[202] Lunes III de Pascua, OC, 329.
[203] Propio de los Santos, Conversión de San Pablo, OO, 625.
[204] Vigilia Pascual, Pregón, 290.
[205] Domingo de Pentecostés, OC, 365.
[206] Misas y Oraciones por diversas necesidades nº 22-B, OC, 959.
[207] Plegaria Eucarística sobre la reconciliación II, 1086.
[208] Ferias de Navidad, OO, 180.
[209] Viernes I de Cuaresma, OO, 198.
[210] Miércoles VII de Pascua, OC, 361.
[211] Domingo de Pentecostés, OO, 365.
[212] Misas Rituales, IV Por los Esposos A, OO, 882.
[213] Martes II de Cuaresma, OO, 203.
[214] Martes III de Cuaresma, OC, 215.
[215] Miércoles II de Cuaresma, AC, 204.
[216] Ordinario de la Misa, Plegaria Eucarística I, 526.
[217] Domingo III del TO, OC, 376.
[218] Misas y Oraciones por diversas necesidades nº 9, AC, 940.
[219] Miércoles I de Adviento, OO, 132.
[220] Domingo IV de Cuaresma, OC, 217.
[221] Ordinario de la Misa, Oraciones sobre el pueblo II, 585.
[222] Oraciones por los Difuntos, 5. Por un Religioso, 1041.
[223] Ordinario de la Misa, Plegaria Eucarística II, 533.
[224] Ordinario de la Misa, bendiciones solemnes, 6 Pasión del Señor, 572.