Manifestación de Fe

Manifestación de Fe Eucarística

Manifestación de Fe Eucarística, fiesta del Corpus Christi de 1994

Queridos hermanos:

Todos los años nos reúne la Fiesta del Cuerpo y de la Sangre del Señor, y como se ha hecho costumbre, dialogaremos sobre nuestra fe católica en la presencia del Señor en la Eucaristía. Este año lo haremos del punto de vista de la permanencia de la misma estructura sustancial de la Santa Misa, desde la institución misma de Jesucristo hasta nuestros días, y lo constataremos en la Sagrada Biblia y en uno de los documentos eucarísticos más antiguos que pertenece al mártir San Justino quien lo escribe alrededor del año 155 de nuestra era(1).

1. ¿Cuál es la estructura fundamental de la Misa?

La Misa, que es «un sólo acto de culto»(2), tiene sin embargo, dos partes: Uno la liturgia de la Palabra y, dos, la liturgia de la Eucaristía; es «la mesa de la palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo»(3).

2. ¿Aparece esto en la Biblia?

Así es. En la Biblia se enseña que nuestro Señor la noche de su traición: «cantados los Salmos» (Mt 26,30; Mc 14,26) y a los discípulos de Emaús, antes de la Fracción del pan, les enseña la Sagrada Escritura: «les iba interpretando en todas las Escrituras lo que a Él se refería» (Lc 24,27).

3. ¿Y que narra San Justino?

            «El día que se llama del sol (o sea el domingo) se celebra una reunión de todos …, y allí se leen, en cuanto el tiempo lo permite, los Recuerdos de los Apóstoles (el libro de los Hechos, las cartas de los Apóstoles, los Evangelios), o los escritos de los profetas (es decir el Antiguo Testamento). Luego, cuando el lector termina, el presidente (el obispo o presbítero actuando «in persona Christi capitis»)(4) de palabra hace una exhortación e invitación a que imitemos estos bellos ejemplos… seguidamente, nos levantamos todos a una y elevamos nuestras preces…».

A. La Liturgia de la Palabra

4. La liturgia de la Palabra, ¿de cuántas partes se compone?

La liturgia de la Palabra se compone de cuatro partes, a saber:

– Primera, las lecturas bíblicas con el salmo responsorial;

– segunda, la homilía que es una explicación de algún aspecto de las lecturas bíblicas o de otro texto del Ordinario o de la Misa propia del día;

– tercera, el Credo o profesión de fe, en la que asentimos y respondemos a la Palabra de Dios proclamada y predicada, recordando la regla de nuestra fe; y,

– cuarta, la Oración de los fieles, en la que el pueblo fiel ruega por todos los hombres.

5. ¿Cómo podemos sacar más fruto de la Palabra de Dios?

En primer lugar, escuchando con suma atención cuando es leída, siendo muy conveniente leer antes los textos y aún leerlos después; y, en segundo lugar, trabajar para poner en práctica lo que nos enseña la Biblia.

6. ¿Cómo se realza el Evangelio?

La proclamación del Evangelio va precedida por el canto del Aleluya u otro canto según lo requiera el tiempo litúrgico, el sacerdote reza una oración especial (y si es diácono pide al sacerdote principal que lo bendiga para poder anunciar con competencia la palabra de Dios). A continuación se realiza una procesión desde el altar hacia el ambón, con el libro de los Evangelios en alto, acompañado por acólitos con el incienso y los cirios. Llegado al ambón, antes de ser proclamado, es signado e incensado. Todos lo escuchan de pie, y al finalizar la lectura el sacerdote lo besa devotamente mientras reza en secreto pidiendo que las palabras leídas borren nuestros pecados.

7. ¿Porqué se distingue con especiales honores el Evangelio?

Porque reconocemos y confesamos a Cristo presente que nos habla.

B. La Liturgia de la Eucaristía

8. ¿Qué nos enseña la Biblia sobre la segunda parte de la Misa?

Nos enseña las palabras y las acciones de Jesucristo sobre las que la Iglesia ha ordenado la liturgia de la Eucaristía.

9. ¿Cómo enseñó el Señor esas partes?

A la vista de los Apóstoles «tomó el pan … lo bendijo (o consagró) … lo partió … se lo dio …» (Mc 14,22; Lc 22,19)(5).

10. ¿Qué decía el mártir San Justino en el año 155?

            «… al que preside a los hermanos se le ofrece pan … y vino (es la presentación de las ofrendas), y tomándolos él tributa alabanzas y gloria al Padre del universo por el nombre de su Hijo y por el Espíritu Santo, y pronuncia una larga acción de gracias (es la Plegaria Eucarística con la consagración), por habernos concedido esos dones que de Él nos vienen. Y cuando el presidente ha terminado las oraciones y la acción de gracias, todo el pueblo presente aclama diciendo: Amén».

11. ¿A qué parte de la liturgia de la Eucaristía corresponden?

            Tomó el pan, corresponde a la Presentación de los dones u ofertorio;

            lo bendijo, a la Consagración;

            lo partió, a la Fracción del pan, -uno de los primeros nombres de la Misa;

lo dio, que corresponde a la Comunión.

12. ¿Porqué es así?

Porque en la Presentación de los dones se llevan al altar pan y vino, o sea, los mismos elementos que Cristo tomó en sus manos;

porque en la Plegaria Eucarística se da gracias a Dios por la obra de la salvación, se consagra y transustancia el pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre del Señor y se ofrecen los mismos en sacrificio al Padre;

porque la Fracción que hace el sacerdote al partir el Pan consagrado es uno de las acciones que hizo el Señor, y,

porque se nos da en la Comunión el mismo Cuerpo y Sangre que el Señor dio a los Apóstoles.

            a. La presentación de los dones

13. ¿Cuándo comienza y cuándo termina?

Comienza, normalmente, con la procesión de las ofrendas y termina con la Oración sobre las ofrendas.

14. ¿Porqué ahora se prefiere llamar Presentación de los dones en lugar de ofertorio?

Se prefiere esto para dar a entender, con más claridad, que la ofrenda es propiamente de la Víctima, cosa que ocurre al transustanciar el pan y el vino, no antes. Aunque la Presentación de los dones tiene cierto carácter ofertorial.

15. ¿Cuál debe ser nuestra actitud en esta parte de la misa?

Todos aquellos que participan de la Eucaristía, si bien no sacrifican como el sacerdote ministerial, sin embargo ofrecen con él, en virtud del sacerdocio común, sus propios sacrificios espirituales, representados por el pan y el vino, desde el momento de su presentación en el altar. El pan y el vino se convierten en cierto sentido en símbolo de todo lo que lleva la asamblea eucarística por sí misma, en ofrenda a Dios y que ofrece en espíritu. Es importante que este momento encuentre su expresión en el comportamiento de los fieles. A esto corresponde la llamada procesión de las ofrendas, acompañada por un canto adecuado. La conciencia del acto de presentar las ofrendas, debería ser mantenida durante toda la Misa. Más aún, debe ser llevada a plenitud en el momento de la consagración y de la oblación anamnética, tal como lo exige el valor fundamental del momento del sacrificio»(6).

16. ¿Cómo se desarrolla la presentación de los dones?

Luego de prepararse el altar se traen las ofrendas, ambos pueden ser incensados para significar que la ofrenda de la Iglesia y su oración suben como incienso hasta la presencia de Dios; luego el sacerdote se lava las manos expresando su deseo de purificación interior; por último invita a todos los hermanos a rezar para que el sacrificio sea acepto a Dios, terminando esta parte con la Oración sobre las ofrendas.
            b. Plegara eucarística o anáfora

17. ¿Cuál es el centro y la cumbre de toda la Misa?

Lo más importante de la celebración es la Plegaria Eucarística, «el corazón y la cumbre»(7), que es la gran plegaria de acción de gracias, de bendición y de consagración del pan y del vino.

18. ¿Cuándo comienza y cuándo termina la Plegaria Eucarística?

La Plegaria Eucarística comienza con el diálogo del Prefacio y termina con el Amén cantado(8), normalmente, por todo el pueblo.

19. ¿Cuáles son los principales elementos de la Plegaria Eucarística?

El corazón de la Eucaristía tiene diversos elementos, a saber: 1. Acción de gracias (o Prefacio), 2. Aclamación (o Sanctus), 3. Invocación al Espíritu Santo (ó Epíclesis), 4. Consagración (ó Transustanciación), 5. Memorial (ó Anámnesis), 6. Ofrenda (ú Oblación), 7. Intercesiones (ó Mementos), 8. Doxología (ó Aclamación) final.

            1- El Prefacio

20. ¿Qué es el Prefacio?

Es el comienzo de la Plegaria Eucarística donde, principalmente, se expresa la acción de gracias a Dios por toda la obra de la salvación, glorificándolo.

            2- El Santo

21. ¿Qué es el Sanctus?

Es la Aclamación de la santidad, grandeza y poder de Dios por parte de toda la comunidad que se une en la alabanza a los ángeles del cielo.

            3- La Epíclesis

22. ¿Qué es la invocación al Espíritu Santo?

La Epíclesis es la oración por la que la Iglesia pide al Padre que envíe su Espíritu Santo (ó su bendición) para que se transustancie los dones de pan y vino, ocurre en el momento que el sacerdote extiende sus manos sobre los mismos indicando así la materia sacrificial.

            4- La Consagración o Transustanciación.

23. ¿Qué es la Consagración?

Es el momento en el que por las palabras de Cristo, dichas por el sacerdote, el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y Sangre del Señor, que son ofrecidos en sacrificio a Dios Padre, perpetuándose el sacrificio de la cruz.

24. ¿Cómo se llama esa conversión del pan y del vino? 

Esa conversión del todo única, singular y maravillosa, es llamada, justa y apropiadamente: Transustanciación.

25. ¿Por qué es una transformación singular?

Porque en ella se convierte toda la sustancia -y sólo la sustancia- de pan y de vino en el Cuerpo y la Sangre de Jesús, permaneciendo sólo las especies (ó apariencias) de pan y de vino.

26. ¿Por que la misa es «la fuente y la cumbre de toda la vida cristiana»(9)?

La Eucaristía es fuente, centro y cima porque ella «contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua»(10) .

27. ¿Cómo lo contiene a Cristo?

En la Eucaristía están «contenidos verdadera, real y sustancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero»(11) .

28. ¿Porqué la Eucaristía es verdadero y propio sacrificio?

«La Eucaristía es verdadero y propio sacrificio»(12) por estas tres razones:

1º Es representación de la Pasión del Señor;

2º Es memorial (ó anámnesis) de su inmolación;

3º Es aplicación de los méritos de la cruz.

29. ¿Qué quiere decir representación?

La Santa Misa es representación de la Pasión del Señor, porque en ella, por la doble consagración, se expresa y realiza lo que sucedió en la Cruz; o sea, la Sangre se presenta separada del Cuerpo, como ocurrió en la cruz.

30. ¿Porqué quiso hacer eso nuestro Señor?

Porque como su muerte no debía poner fin a su sacerdocio(13) quiso dejar a la Iglesia un sacrificio visible -como lo reclama la naturaleza humana- donde sería representado el sacrificio sangriento que iba a realizarse una única vez en la cruz(14) .

31. ¿Qué quiere decir memorial?

            Memorial quiere decir hacer memoria litúrgica de la Pasión y Resurrección del Señor, proclamando esas maravillas de Dios, haciéndolas, en cierto modo, presentes y actuales. El sacrificio que Cristo ofreció de una vez para siempre en la cruz, permanece siempre actual y es ofrecido en la Misa. No se multiplica el único sacrificio de Cristo, lo que se multiplica es la presencia y la oblación externa de ese único sacrificio en nuestros altares, en forma incruenta.

32. ¿Qué enseñaron los Concilios?

Que el sacrificio de la cruz: «cuya memoria se perpetuaría hasta el fin de los siglos» (I Co 11,23)(15), se obraba en el sacrificio de la Misa, ya «que había de ser inmolado por la Iglesia por ministerio de los sacerdotes bajo signos visibles, en memoria de su tránsito de este mundo al Padre…»(16)

33. ¿Qué quiere decir aplicación?

Quiere decir que los méritos que Cristo obtuvo por su sacrificio en la cruz, llegan a las sucesivas generaciones de hombres y mujeres, por medio del sacrificio de la misa. Esto es lo que se entiende poraplicación.

34. ¿Qué dice Trento?

Que el sacrificio eucarístico, que representa el de la cruz, del que es memorial, aplica su eficacia saludable para la redención de los pecados que cometemos cada día.(17)

35. ¿Qué dice la liturgia al respecto?

«Cuantas veces se renueva en el altar el sacrificio de la cruz, en el que Cristo, nuestra Pascua, fue inmolado, se realiza la obra de nuestra redención»(18).

36. Entonces, ¿Es uno el sacrificio de Cristo?

Si, el sacrificio de Cristo es uno y único: «Es una e idéntica la Víctima que se ofrece ahora por el ministerio de los sacerdotes, la que se ofreció a sí misma en la cruz. Sólo difiere la manera de ofrecer»(19).

37. ¿Qué quiere decir que «sólo difiere la manera de ofrecer»?

Quiere decir que: «En este divino sacrificio que se realiza en la Misa, este mismo Cristo, que se ofreció a sí mismo una vez de manera cruenta sobre el altar de la cruz, es contenido e inmolado de manera no cruenta»(20).
            5- El Memorial o Anámnesis

38. ¿Cuándo se realiza el Memorial?

Propiamente se realiza en el momento de la doble consagración del pan y del vino. Allí, no con palabras, sino de hecho, por la doble consagración: «Anunciamos la muerte del Señor»(21) por la separación de la Sangre del Cuerpo. Luego de la consagración hay una oración llamada «memorial» que por medio de palabras, expresa lo realizado de hecho. La Iglesia cumpliendo el mandato de Cristo: «Haced esto en memoria mía» (I Co 11,24-25), hace el memorial del mismo Cristo, de su Pasión, Muerte y Resurrección, de su Misterio Pascual.

            6- La Ofrenda u Oblación

39. ¿Cuándo se realiza la ofrenda u oblación? 

La ofrenda u oblación se realiza en el mismo momento que se inmola la Víctima en la doble consagración. El ofrecer la Víctima inmaculada al Padre ocurre visiblemente cuando el celebrante deposita el cáliz con la Sangre sobre el altar, se explicita en palabras después de la consagración y culmina cuando los ministros elevan el Cuerpo y la Sangre del Señor diciendo al mismo tiempo: «… por Cristo, con Él y en Él»(22), a lo que todo el pueblo responde aclamando. «Amén».
            7- Las Intercesiones

40. ¿Qué son las Intercesiones?

Son las oraciones por las que se expresa que la Eucaristía se celebra en comunión con toda la Iglesia del cielo y de la tierra, que la oblación se hace por Ella misma y por todos sus miembros, vivos y difuntos.

            8- Doxología final

41.¿Qué es la Doxología final?

Es la oración que concluye la Plegaria Eucarística en la que se expresa la glorificación de Dios por medio del sacrificio de Cristo, que el pueblo acepta y ratifica con el Amén. Es el Amén más importante de la Misa, pues se proclama que se tiene por verdadero lo que se acaba de celebrar.

            c. La Fracción del Pan

42. ¿Cuál es la importancia de este rito?

Este rito es muy importante porque lo realizó nuestro Señor en la Última Cena y en la época de los Apóstoles dio su nombre a toda la acción litúrgica eucarística.

43. ¿Qué finalidad tiene?

No tiene sólo la finalidad práctica de poder ser manducada la Hostia, sino que tiene distintos significados:

1º Significa la resurrección, en la cual, el mismo Cristo aparecía en distintos lugares;

2º Significa la Pasión, en la cual Cristo fue desgarrado; y, finalmente,

3º Significa que nosotros, siendo muchos, por la comunión de un mismo pan de vida, que es Cristo, nos hacemos un solo cuerpo(23).

44. ¿Qué canto acompaña la Fracción del Pan?

El canto que acompaña la Fracción del Pan es el Agnus Dei, el Cordero de Dios.
            d- La Comunión

45. ¿Qué decía San Justino?

            «Y una vez que el presidente ha dado gracias y aclamado todo el pueblo, los que entre nosotros se llaman «ministros» o diáconos, dan a cada uno de los asistentes parte del pan y del vino… sobre el que se dijo la acción de gracias y lo llevan a los ausentes».

46. ¿Cuál es la participación más plena de la Eucaristía?

Sin duda ninguna la Comunión sacramental de la Víctima inmolada bajo las especies de pan y de vino.

47. ¿Cuáles son las condiciones para recibir fructuosamente la Comunión?

Son tres:

1º No tener conciencia de estar en pecado mortal;

2º Estar en ayunas desde una hora antes;

3º Saber a Quien se va a recibir y acercarse a comulgar con devoción.

48. ¿Qué advertía San Justino en su tiempo?

            «Y este alimento se llama entre nosotros «Eucaristía», de la que a nadie es lícito participar, sino el que cree ser verdaderas nuestras enseñanzas y se ha lavado en el baño que da la remisión de los pecados y la regeneración, y vive conforme a lo que Cristo nos enseñó».

49. ¿Por qué se guardan las Hostias consagradas en el Sagrario?

Se guardan para poder ser llevada la Comunión a los enfermos, para quienes es el consuelo más grande que se les pueda dar. Ningún enfermo se debería quedar sin poder comulgar.

También se reservan para que podamos adorar al Señor verdadera, real y sustancialmente presente en el Sagrario. Por eso debemos hacernos la señal de la cruz cuando pasamos delante de una iglesia, incluso, si es posible, hacer una visita.

Asimismo es mucho de alabar el hacer comuniones espirituales varias veces al día, por ejemplo, al escuchar las campanas.

50. ¿Tomamos conciencia de que participamos de la misma Misa que es sustancialmente igual en todos los siglos, desde Jesucristo hasta nosotros?

Si los cristianos celebramos la Eucaristía desde los orígenes y con una forma tal que, en su substancia, no ha cambiado a través de la gran diversidad de épocas y de ritos litúrgicos, es porque nos sabemos sujetos al mandato del Señor, dado la víspera de su pasión: «haced esto en memoria mía» (I Co 11,24-25).

Cumplimos este mandato del Señor celebrando el memorial de su sacrificio. Al hacerlo,ofrecemos al Padre lo que El mismo nos ha dado: los dones de su Creación, el pan y el vino, convertidos por el poder del Espíritu Santo y las palabras de Cristo, en el Cuerpo y la Sangre del mismo Cristo: así Cristo se hace real y misteriosamente presente.

Con la gracia de Dios, al igual que nuestros hermanos católicos de los siglos pasados, dejaremos que resuene en nuestros oídos la orden del Señor: «Haced esto en conmemoración mía» (Lc 22,19), con el fin de trasmitir a las futuras generaciones el único memorial del Señor, que perpetúa el Sacrificio de la Cruz.

Queridos hermanos:

Ante maravilla tan grande de nuestro Señor sólo nos queda adorarlo profundamente y convertirnos en grandes apóstoles de la Eucaristía «prenda de la vida futura»(24) .

De manera muy especial debemos ser apóstoles de la Santa Misa dominical, aprendiendo a participar en ella de manera «consiente, activa y fructuosa»(25).

Además, es muy conveniente meditar y estudiar, cada año, algún buen libro que trate de la Eucaristía.

Hay que inscribirse en las Cofradías del Santísimo Sacramento, ayudar al esplendor del culto consiguiendo dignos ornamentos e imágenes, vasos sagrados de digno material y factura.

Levantar hermosos Templos que sean finos relicarios de la Eucaristía. participar con fervor de las Horas Santas, de la Bendición con el Santísimo, de las Adoraciones, de las Noches heroicas, de la procesión y fiesta de Corpus.

De manera especial, rezar siempre por el aumento y santificación de los ministros de la Eucaristía.

Todo esto, de manera especial, en este año en que se celebrará el IXº Congreso Eucarístico Nacional en Santiago del Estero.

            R.P. Carlos Miguel Buela

Villa Atuel, Casa «Cura Brochero», Jueves Santo de 1994.

(1) Carta al emperador Antonino Pío, en Apologías, 1.

(2) Concilio Vaticano II, Sacrosantum Concilium, 56.

(3) Concilio Vaticano II, Dei Verbum, 21.

(4) Concilio Vaticano II, Lunen Gentium 10.28; Sacrosantum Concilium 33; Presbiterorum Ordinis 6;Christus Dominus 11; cfr. Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, III,22,4.

(5) Cfr. Mt 26,26; Hech 27,35; asimismo ver los relatos de la multiplicación de los panes (cfr. Mt 14,13-23; Mc 6,30-46; Lc 9,10-17; Jn 6,1-15) y lo realizado en Emaús (cfr. Lc 24,13-35).

(6) Juan Pablo II, Carta a todos los obispos de la Iglesia sobre el misterio y el culto de la Eucaristía, nº 9.

(7) Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, 1352.

(8) Institución Inestimabile donum, 17 de abril de 1980, nº 4: «Cantu est dictandum».

(9) Concilio Vaticano II, Lumen Gentium, 11.

(10) Concilio Vaticano II, Presbyterorum Ordinis, 5.

(11) Concilio de Trento, DS 1651; Catecismo de la Iglesia Católica, 1374.

(12) Concilio de Trento, DS 1751.

(13) Cfr. Heb 7,24.27.

(14) Cfr. Concilio de Trento: «representaretur», DS 1740; Catecismo de la Iglesia Católica, 1366.

(15) Cfr. Concilio de Trento: «memoria in finem usque saeculi permaneret», DS 1740; Catecismo de la Iglesia Católica 1366.

(16) Concilio de Trento: «inmolandum in memoria», DS 1741.

(17) Cfr. Catecismo de la Trento, DS 1740: «peccatorum applicaretur»; Catecismo de la Iglesia Católica 1374.

(18) Oración de la asamblea, IIº Domingo durante el año; passim.

(19) Concilio de Trento, DS 1743: «una eademque est hostia… idem offerens… sola offerendi ratione diversa».

(20) Id.: «idem Christus… incruente immolatur…».

(21) Cfr. I Co 11,26.

(22) Plegarias Eucarísticas, Doxología final.

(23) Cfr. I Co 10,17.

(24) Santo Tomás de Aquino, Adoro Te Devote.
(25) Concilio Vaticano, Sacrosantum Concilium, 14.