‘Mujeres esclavas’
Hoy día es muy común maquillar la realidad usando eufemismos, palabras que suenan bien pretendiendo ocultar la triste realidad, pero que indican una realidad muy cruel, por ejemplo, ‘interrupción del embarazo’ para no decir aborto, ‘trabajadoras sexuales’ para no decir prostitutas. Pero, ‘aunque la mona se vista de seda, mona se queda’, la gravedad del aborto o de la prostitución no logra disfrazarse con palabras más suaves.
Hoy vamos a referirnos al segundo tema. De tanto en tanto surgen políticos, legisladores o dirigentes con el intento recurrente de «reglamentar» la prostitución, contra lo preceptuado por la Convención internacional del 2 de diciembre de 1949 «contra la trata de seres humanos y la explotación de la prostitución».
1. Los obispos franceses llaman la atención sobre las «nuevas esclavas»1 .
La Comisión Social de los obispos franceses, presidida por monseñor Olivier de Berranger, obispo de Saint-Denis, al concluir un trabajo que ha durado seis meses, ha decidido lanzar un grito de alarma sobre la situación de la prostitución en Francia y en Europa.
El documento «La esclavitud y la prostitución», hecho público hace pocos días, revela la intención de ir a la raíz del problema y de no contentarse con vagas declaraciones sobre la moral.
En primer lugar, los obispos describen el mundo de la prostitución (20.000 personas en Francia, de las que entre 5 y 6.000 están en la calle), que es el primer eslabón de una cadena de criminalidad que incluye otros como el comercio de droga y de armas.
La llegada de las prostitutas provenientes del Este ha cambiado la situación del mundo de la prostitución: hoy, dice el documento episcopal, el mercado del sexo está gestionado por «bandas que actúan a través de toda Europa, por lo que hay que hablar de tráfico, de «trata de esclavos»».
El análisis de la Comisión social se vale de la experiencia de las numerosas asociaciones que luchan contra la prostitución para llenar el vacío dejado por las instituciones. La conferencia organizada en mayo pasado en París por once asociaciones sobre el tema «Pueblo del abismo, la prostitución», ha ofrecido una serie de informaciones que han sido usadas en gran medida por los obispos franceses, deseosos de hacer frente a las realidades concretas. De estas realidades forma parte el secuestro, la tortura, la venta en subasta, el paso de mano de una banda a otra, el traslado cada quince días, la muerte en caso de rebelión…
Ante la prostitución, los obispos franceses advierten: Atención a no caer en la trampa de la banalización, (la superficialidad, la trivialización); la venta del cuerpo es incompatible con la dignidad de la persona humana. Por esta razón, la prostitución no podrá ser nunca considerada un «trabajo». No existe una «buena» y una «mala» prostitución, distintas jurídicamente por el libre consentimiento de la persona que se prostituye.
«La prostitución, reduciendo las relaciones humanas a mercancía, desconoce la obra del Creador —dice el documento—. Representa el rechazo del proyecto divino que toca a cada persona humana y por tanto, por lo que respecta a la fe, es un pecado, tanto personal, como colectivo».
Quien conoce las violencias a las que son sometidas las mujeres que trabajan en las veredas, ¿cómo puede pensar en recurrir a sus servicios? «La represión no ha servido nunca de nada —recuerda el padre Ledouarein—. Las asociaciones que desde hace años trabajan en contacto con las prostitutas para ayudarlas a salir de aquél ambiente, nos han hecho tomar conciencia del papel de la prevención: hay que ayudar a las familias cuyos hijos e hijas están en una situación de riesgo; hacer conocer los daños provocados por la prostitución, y que no se limitan sólo al campo sanitario (o de la profilaxis), a través de la correcta educación en las escuelas. Recordamos que de las 20.000 personas que se prostituyen en Francia, la mitad son de todos modos jóvenes franceses».
Prevención y reinserción son las palabras clave que han hecho propias los obispos franceses y sobre esta base piden al estado francés que se comprometa concretamente: que el código civil declare formalmente que el cuerpo no puede ser objeto de comercio.
A nivel europeo y mundial el documento episcopal invita a los organismos internacionales a comprometerse concretamente contra la posición en la que se alinean algunos estados europeos, decididos a «reglamentar» la prostitución, para hacer de ella un trabajo”.
2. La prostitución no es sólo un problema europeo.
Es un problema que afecta a todos los continentes, incluso agravado por la prostitución infanto-juvenil. También al nuestro. Por ejemplo2 , <Solamente en Quito alrededor de dos mil niñas, entre los 11 y los 16 años, ofrecen diariamente su cuerpo al mejor postor. En Guayaquil, la situación es similar… en Manta, Portoviejo, Esmeraldas y otras ciudades… la cifra exacta de estas pequeñas vendedoras de amor es imposible de obtener, pero se sabe ciertamente que bares, locales de masajes, discotecas, cabarets, lugares de ‘Sex-show’ y ‘strip-tease’, así como casas de citas, son los sitios en que trabajan la mayoría de ellas.
Otras están en las calles que también son monopolio de travestistas… Permanecen a la espera de que un automóvil se detenga, de que alguien las llame sigilosamente y les ofrezca tres, cuatro, cinco dólares para ‘pasar el rato’, o mucho más dinero si se trata de más tiempo y ‘servicios extras’.
Es tal la insensibilidad social hacia este asunto… que muchos se negaron a aceptar que hubiese prostitución infantil en un país como Ecuador. Algo semejante a lo que ocurrió en la ciudad de Buenos Aires con el llamado Código de Convivencia, que destruyó parte del barrio de Palermo.
Las niñas o jóvenes en su “…gran mayoría no quiere volver al hogar por temor o, simplemente, porque poco a poco se han ido acostumbrando a vivir así… Y una vez dedicadas de lleno al oficio, pocas veces permanecen en el hogar. Las familias desconocen, casi siempre, a qué se dedica la hija.. De igual manera, la menor prostituida aporta poco a la economía familiar… Muchas de las chicas han caído… víctimas del engaño. Llegan a la prostitución tras responder llamativos avisos en los que se solicitan ‘jóvenes sin prejuicios que deseen trabajar como modelos’, ‘atractivas señoritas para lujoso hotel con buenas propinas’ o ‘señoritas que deseen aprender técnicas de masaje’.
Otras son víctimas de proxenetas… “De pronto -dice Carla de 15 años, quien también trabaja de bailarina desnudista- resulta que uno les debe todo y ya no hay más remedio que trabajar para ellos. Por ejemplo, de lo que yo me gano haciendo ratos con los hombres, tengo que darle a él, a don Marcos, casi la mitad”.
Patricia dice que un amigo del colegio le realiza los contactos con marineros extranjeros que llegan a Manta: “Casi siempre es con gringos o chinos; muchas veces me llevan hasta el barco donde están ellos. Vamos con alguna amiga y cobramos 30 a 50 dólares por estar allí toda la noche”. La prostitución infantil trae aparejados otros problemas como el vicio hacia las drogas –es en la droga en lo que gastan más dinero- y el alcoholismo, la delincuencia, los embarazos no deseados, las enfermedades venéreas y el SIDA. En una encuesta del fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) un 60 % de niñas callejeras aceptaron haber sufrido, siquiera una vez, enfermedades de trasmisión sexual. Lo peor –señala el documento- es que más de la mitad no ha recibido el tratamiento médico adecuado.
Es que no se puede tapar el sol con la mano. Lo que está mal, está mal. Por más que se lo quiera llamar con palabras menos exactas. De hecho, en el diario citado, apareció en diciembre de 2000 una foto en colores del “Primer encuentro de Trabajadoras Sexuales”… a pesar del eufemismo, la mayoría se tapa la cara con hojas de diario o revistas, o con la mano, o dando vuelta la cara. ¡Tienen, por lo que hacen, un pudor del que carecen los ideólogos que las usan!
3. ¿Qué dice la Iglesia católica sobre este tema?
El Catecismo de la Iglesia Católica es bien claro: “La prostitución atenta contra la dignidad de la persona que se prostituye, puesto que queda reducida al placer venéreo que se saca de ella. El que paga peca gravemente contra sí mismo: quebranta la castidad a la que lo comprometió su bautismo y mancha su cuerpo, templo del Espíritu Santo. La prostitución constituye una lacra social. Habitualmente afecta a las mujeres, pero también a los hombres, los niños y los adolescentes (en estos dos últimos casos el pecado entraña también un escándalo). Es siempre gravemente pecaminoso dedicarse a la prostitución, pero la miseria, el chantaje, y la presión social pueden atenuar la imputabilidad de la falta”.3
4. ¿Y qué dice Jesucristo?
Lo hemos escuchado en el Evangelio de este Domingo dirigido a los que querían apedrear a la mujer adúltera y a ella misma: “…les dijo: «Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra» E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra.
Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos; y se quedó solo Jesús con la mujer, que seguía en medio.
Incorporándose Jesús le dijo: « Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado? »
Ella respondió: « Nadie, Señor. » Jesús le dijo: « Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más. » (Jn 8, 7-11).
A la que por su penitencia pudo estar a la par de la inocencia, de pié al lado de la Cruz del Señor, y a ésta última, pidámosle para que esta plaga deje de afectar a tantas niñas y jóvenes, y sin tirar piedras a nadie, sepamos, prevenir y reinsertar.
En la Iglesia hay una Congregación femenina contemplativa y penitente, fundada por Santa María Eufrasia Pelletier, antes llamada ‘Las Magdalenas’4 , integrada en gran parte por quienes fueron alguna vez mujeres descarriadas. ¡Son las monjas más santas que conozco! ¡De los peores pantanos, suelen brotar las flores más hermosas! ¡Por gracia de Dios!
¡La Iglesia verdadera tiene entrañas de misericordia!
1 PARIS, 15 dic 2000 (ZENIT.org), ZS00121701. (Paréntesis nuestros).
2 Cfr. Diario La Hora, de Ecuador, 26 de marzo de 2001, p. B2.
3 n. 2355.
4 Son muy amigas mías. Ahora están en la ciudad de La Rioja (Argentina). ¡Pídanle oraciones y ayúdenlas con lo que necesiten!