pentecostés

Pentecostés vs Anti-pentecostés (dejemos obrar al Espíritu Santo)

Homilía pronunciada por el p. Carlos Miguel Buela, el Domingo de Pentecostés
23 de mayo de 1999, en la Misa de imposición de sotanas de 25 novicios del Instituto

        Hoy celebra la Iglesia la solemnidad de Pentecostés, o sea, la fiesta del Espíritu Santo, la fiesta del Amor de Dios, la fiesta del gran Maestro del Amor.

En este día también, a varios hermanos nuestros, se les impondrá la sotana, signo de su entrega y consagración al Señor, señal de que son testigos del Amor de Dios por los hombres.

Por esto mismo desde ya se constituyen en ‘signo de contradicción’ (Lc 2, 34), a semejanza de Jesucristo, es decir, no todos los aceptarán gustosos, sino que algunos los rechazarán. ¿Cuál es la razón? Porque quieren consagrarse a Dios en la práctica de los consejos evangélicos de pobreza y de obediencia, pero, sobre todo, y de manera particular, se consagran a Dios por medio del consejo evangélico de castidad.

En los 20 siglos de historia de la Iglesia, siempre el seguimiento de Jesucristo fue ‘signo de contradicción’, pero hay épocas donde pareciera que fuese mayor. La nuestra es una de ellas.

I

        En efecto, en estos tiempos pareciera que el problema no es que los hombres valoren más el matrimonio que la virginidad, sino que hay un marcado desprecio por él.

Veamos lo que pasa en el anti–pentecostés moderno que es la televisión. Nos fijaremos solamente en algún aspecto de la franja de los teleteatros argentinos (los mexicanos a los teleteatros los llaman ‘culebrones’), que hasta hace unos años eran tan sólo unos bodoques indigeribles donde todo se estiraba: el noviazgo duraba 10 años, las bodas 15 días, la luna de miel dos meses, el embarazo duraba dos años, el parto un mes… y el bebé resultaba prematuro. Ahora no. Ahora perfilan claramente intenciones moralmente degradantes.

Consideremos algunas estadísticas: ‘Números cantan: nada más que en Campeones y Muñeca brava (los dos ciclos de ficción de mayor audiencia en el aire), las relaciones triangulares suman nueve (la cifra es fluctuante)’.(1) Notemos que las historias de amor en la televisión ya no son una cuestión de dos personas unidas en matrimonio, ni siquiera de la versión posterior de dos personas unidas en pareja, ahora son relaciones amorosas triangulares.

Esto constituye la exaltación de la lujuria, del adulterio, de la fornicación, de la infidelidad, de la prostitución. Lo que hasta hace pocos años era una ofensa gravísima al honor de un marido al insultarlo llamándolo, por ejemplo en esta zona, gorreado, pasa a ser en la Argentina un elemento que atrae a los televidentes y hace que las telenovelas puedan mantener su rating. Así, se nos informa: ‘Si se pasa revista a la programación de Canal 13, Telefé y Azul TV son catorce las comedias y telenovelas que están en pantalla. Catorce programas de una hora de duración equivalen a setenta horas semanales, durante las cuales se cometen, de manera alternada, no menos de treinta y ocho infidelidades’. (En Italia, todavía, cuando uno hace una mala maniobra con el auto, se lo hacen saber elevando los dedos índice y meñique y cerrando los otros tres sobre la palma de la mano). Si se televisan casi 40 infidelidades por semana, la infidelidad comienza a considerarse lo normal, lo común, lo deseable.

Trata de justificar esta degradación Ernesto Korovsky autor de Gasoleros: ‘El adulterio en sentido genérico, (una mujer casada con otro tipo, un hombre casado con otra mina), es muy potente y atractivo como conflicto. Pero las historias cobran más fuerza aún, cuando esas relaciones comprometen otro vínculo, por ejemplo, madre/hija, hermano/hermana. Porque un hombre y una mujer pueden dejar de vivir en pareja. Pero una madre y una hija siempre serán, pase lo que pase, madre e hija aunque se odien’. Por eso a estas historias a veces se les agrega un conflicto moderadamente incestuoso.

Veamos tres ejemplos, nada más:

1. ‘En Muñeca Brava, por caso, el tópico ‘huerfanita enamorada de niño rico’ fue enriquecido con algunas peripecias. Cholito (Natalia Oreiro) sería la media hermana de Ivo (Facundo Arana) a quien ama y éste, a su vez, el primo de Pablo (Segundo Cernadas) que Mili dejó plantado en el altar. El gen de la triangulación parece ser hereditario ya que, el supuesto padre de Ivo (Arturo Maly en el papel de Federico Di Carlo) es el de Milagros (lo que ninguno de los dos sabe todavía) y le es infiel a su mujer (Luisa, encarnada por Fernanda Mistral) con su ex secretaria Andrea (Mariana Arias). El de Andrea es un personaje singular ya que, en algún momento, pasó por la alcoba del propio Ivo, de su tío (Norberto Díaz) y de su primo Pablo. Sobra decir que no fue (ni será) la última mujer que compartirán los primos. Como quien dice, todo queda en familia’, se burla la periodista.
2. Campeones es otra telenovela que se las trae. ‘A poco de empezar la tira quedaron a la vista tres triángulos muy distintos entre sí. Novedosamente, los autores propusieron un primer triángulo ‘de la tercera edad’… Luego otro triángulo formado por Valentín (Mariano Martínez), su prima Carla (Julieta Díaz) y Camila (Laura Azcurra), a pesar de los noviazgos formales (Carla está saliendo con ‘Capilla’, actuado por Héctor Anglada), goza de buena salud… ¿Cómo definir el polígono rutilante de Campeones? ¿Es un rombo? ¿Es un hexágono? Veamos: en un costado del ring, ‘el campeón Guevara’ (Osvaldo Laport)(2) , Clarita (Soledad Silveyra) e ‘Indiana Jones’ (Germán Kraus). En el otro costado, el incipiente campeón Garmendia (Fabio Mazzei), otra vez Guevara y Bety (María Valenzuela). Pero aquí se complica la cosa porque, en algún momento de la trama, Clarita y Bety (que son íntimas amigas) quedarán enfrentadas por el amor de Guevara’.
3. ‘Gasoleros, Como vos y yo, Verano 98, Trillizos, Volver a empezar, Corazón salvaje, Antonella, Leonela, El privilegio de amar, El rey del ganado, Chiquititas Salvajes suman a la pantalla su propia versión de la infidelidad y del arrebato sexual’.

II

        La profesora Sra. Lidia T., que me facilitó el artículo de referencia, me facilitó también la encuesta que realizó sobre este asunto el 19 de mayo de 1999, tomando muestra sobre 200 jóvenes de un 7º y un 8º curso de una escuela pública de buen nivel, y un 8º y tres 9º grados de una escuela privada. Los dos colegios son mixtos. ¿Cuál fue el resultado? El 95% de los encuestados miran las telenovelas que aparecen en el artículo de ‘Clarín’. Conclusión: Los jóvenes no saben bien porqué está mal que los padres estén juntados. Les parece natural que los padres que están separados se vuelvan a juntar.

III

        Por eso previene el autor del libro ‘Homo videns. La sociedad teledirigida’, Giovanni Sartori:’La TV produce imágenes y anula los conceptos, y de este modo atrofia nuestra capacidad de abstracción y toda nuestra capacidad de entender’.(3) Y en otra entrevista agrega: ‘… para los que creemos en la cultura escrita, la cultura de los libros, la televisión es un enemigo. Los diarios deben ver a la televisión no como un modelo a imitar sino a combatir. Quienes hacen la televisión son analfabetos’.(4) Anulados los conceptos, atrofiada nuestra inteligencia y nuestra capacidad de entender, dejándonos llenar la cabeza por lo que quieren los analfabetos, se destruye el ser humano, se destruye el matrimonio y la familia bien constituidas, se mancha la dignidad del hombre y la mujer, del esposo y la esposa, de los padres y los hijos, de la vida familiar y social.

O como decía el director de cine, greco-francés, Costantin Costa Gavras, la locura del rating es la carrera en la que más de uno necesita desembarazarse de la mochila de la ética para llegar más rápido. ‘Lo que más me impresiona de la televisión es la vulgaridad… y es aún peor que la violencia… dado que es más fácil de imitarla…, la vulgaridad es un ejemplo que produce sus efectos en mucha más gente. De ese modo, la vida en general se va volviendo vulgar. Uno va dejando de interesarse por cosas un poco más refinadas espiritualmente y termina apostando al facilismo. A esto se agrega la peligrosa uniformización de la cultura que produce la TV… actualmente, terminamos pareciéndonos a lo que miramos. Cuanta más vulgaridad haya en la TV, más vulgares seremos todos’.

Y, acaso, la triangulación, ¿no es una forma contagiosa de vulgarizar la vida? ¿Habrá alguien que piense seriamente que la infidelidad es algo espiritualmente más refinado? ¿Acaso toda esta creciente e imparable corrupción de las costumbres no es consecuencia de la negación de Dios? Como decía el Stavrogin de Dostoiesvski: ‘Si Dios no existe, todo está permitido’.

IV

        Frente a esta cultura enseñoreada por el placer, el poder y el tener, la vida religiosa levanta las banderas de la castidad consagrada, la obediencia y la pobreza, y se constituye así en el gran testimonio del Evangelio de Jesucristo, que siempre va contracorriente de las corrientes mundanas y esclavizantes de los hombres y de los pueblos, haciéndose voz de los sin voz.

Ciertamente que es un camino de cruz, pero, como enseña el Beato Pío de Pietrelcina: ‘Junto a la cruz se aprende a amar’.(5)Y este es el gran testimonio que estos jóvenes pueden y deben dar al mundo. Con su entrega generosa al único Señor que merece ser servido, mostrarán a sus hermanos que el verdadero amor es auténtica entrega; con su fidelidad sin límites mostrarán que aún hoy es posible el amor fiel; con su perseverancia, a pesar de todas las dificultades, mostrarán que es posible el amor para siempre; y llegando a ser padres espirituales de innumerables hijos, gritarán al mundo que el amor fecundo no morirá jamás. Y así se convertirán en apóstoles de muchas familias que llegarán a conocer el amor, la alegría y la paz que sólo Dios puede dar, gracias a su entrega generosa a seguir por ‘la senda estrecha con dilatado corazón’.(6)

V

        Alguien podrá pensar, ¡qué difícil es poder vivir así! Sí, difícil y hasta muy difícil. Pero las empresas difíciles se han hecho para hombres grandes, para jóvenes que no quieren caer en la vulgaridad. Por sobre todo, hay una ayuda poderosa. Hay un Viento, que además es Fuego: ¡el Espíritu Santo! ¡Y es Luz, Consolador, Alivio, Descanso, Alegría, Médico, Fuerza…! Como cantamos en la Secuencia.

Jesucristo dijo: ‘Como mi Padre me envió, así yo os envío a vosotros’ (Jn 20, 21) y, luego, sopló el Señor. Sí, sopló sobre los discípulos diciendo: ‘Recibid el Espíritu Santo’ (Jn 20, 22). Sobre aquellos que llama y que envía ha soplado el Señor dándoles el Espíritu Santo. También sobre estos que hoy dan un paso más en el seguimiento del Señor. Por eso no hay que tener ningún temor: ¡Dejemos obrar al Espíritu Santo!

Por más que el mundo se siga inundando con tantas caricaturas del amor, en nuestro corazón, el Maestro interior, nos seguirá enseñando siempre el amor verdadero, el que no morirá jamás. El mismo que colmó el Corazón de nuestra Madre del cielo. Que Ella nos ayude a repetir siempre el versículo del Aleluia:‘¡Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor!’


Notas

(1) Diario ‘Clarín’, 25 de abril de 1999, Sección Espectáculos, pp. 1 y 8. Nota de María Iribarren.
(2) La pelea entre Laport y Mazzei fue vista por más de tres millones y medio de televidentes, siendo el evento más visto del año, ¡pobre país!; cf. La Nación, 21 de mayo de 1999, Sec. 4, p. 6.
(3) Diario ‘La Nación’, 20 de octubre de 1998, p. 12.
(4) Diario ‘La Nación’, 9 de mayo de 1999, sec. 7, p. 3.
(5) Epist. I, p. 339.
(6) Cf. Misal Romano,Por las vocaciones religiosas, Oración sobre las ofrendas.