- ¡ Pecador !
 - ¡Todos…!: Paschali mysterio consociati
 - ¿Por qué tantas vocaciones?
 - «Cuando sea elevado a lo alto»
 - «Me gastaré y me desgastaré»
 - Ataque a la vida sacerdotal religiosa
 - Cambiado el sacerdocio, cambia la ley
 - Cautivo de Amor
 - Copia de Cristo, el sí de Dios
 - De los malos pastores
 - El Padre Nuestro Sacerdotal
 - El sacerdocio como misterio
 - El sacerdote cuelga de la hostia que eleva
 - El sacerdote vuelve a los hombres propicios ante Dios
 - El sacerdote y el espíritu
 - El sacerdote, otro Cristo
 - En la cuerda floja
 - En señal de mi amor a Pedro vivo
 - Espiritual Yerra
 - Fluyen hacia el sacerdote la misteriosa y milagrosa suma de los poderes divinos
 - Formar una nueva generación de prelados
 - Hombre célibe
 - Hombre del ser
 - Hombre no tributario
 - Iconos del Padre
 - Inculturación del Evangelio
 - Iusiurandum quod iuravit
 - Jesucristo sigue actuando mediante los sacerdotes
 - La época actual
 - La herencia sacerdotal
 - La locura de la Cruz
 - La perseverancia
 - La prolongación del sacerdocio y del sacrificio: la Santa Misa
 - La sotana
 - Las bienaventuranzas sacerdotales
 - Lo que pasa por el corazón del sacerdote
 - Los «novios» de la Cruz
 - Maestro, Ministro y Guía
 - María, madre de todas las vocaciones de especial consagración
 - Ministro de la Nueva Alianza I
 - Ministros de la Nueva Alianza II
 - Misionero sin fronteras
 - Nada más grande que Jesucristo
 - Poetas, metafísicos y guerreros
 - Profetas inermes
 - Revolución vs sacerdocio católico
 - San Juan Pablo II y las vocaciones
 - Tres frases de tres palabras cada una